Pau Donés: Conoce la historia detrás de “La Flaca”, éxito de Jarabe de Palo.- Esta canción es sin duda uno de las más exitosas en la historia del pop en español.
“La Flaca” fue el parteaguas para que Jarabe de Palo arrasara en la cultura popular con una melodía pegajosa y letras que fácilmente se quedan en la cabeza de los que escuchan sus canciones.
Pau Donés: Conoce la historia detrás de “La Flaca”, éxito de Jarabe de Palo
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Este fue el primer disco de la banda liderada por el fallecido Pau Donés, publicado en 1996. La canción principal del álbum tiene una historia muy curiosa y fue narrada por el músico en su autobiografía llamada “50 palos… y sigo soñando”.
“Con vuestro permiso me dispongo a relataros cómo escribí La Flaca. Para ello me aprovecho de un texto que escribí para la ocasión en nuestro disco libro ‘Orquesta reciclando’ (2009), una de las joyitas de la discografía jarabesca y que podréis encontrar en nuestra página web. Ahí desvelé el secreto de uno de los romances más cortos e intensos que he vivido, así como otras muchas historias que me llevaron a componer algunas de las canciones más populares de Jarabe de Palo», inició el relato.
Todo surgió en un viaje de amigos que hicieron a Cuba en 1995:
«El director de cine Fernando de France había comprado ocho billetes baratos y nos invitó a viajar a la isla con un objetivo: rodar el videoclip de ‘El lado oscuro’, canción que en aquel entonces no estaba ni editada. Tres días antes de irnos nos encerramos en un estudio y grabamos una demo bastante bien arreglada, lo que serviría después para regrabar la canción como se conoce en la actualidad».
Continúa: «Llegamos a La Habana, dejamos las cosas en el hotel y con el subidón nos fuimos de fiesta a 1830, una discoteca al aire libre en El Malecón que allí todos conocen como La Tasca. Tomamos unos mojitos y cuando nos marchábamos entró en el local una mujer de belleza impresionante, con un vestido de gasa roja semitransparente, y en la cara dos soles que sin palabras hablaban».
Durante esa semana, estuvieron buscando una modelo para el videoclip, por lo que vieron a «muchas chicas estupendas, pero en la cabeza de todos había solo una, la chica del vestido rojo» que encontraron el primer día en La Tasca. «Y allí que fuimos cada noche hasta que por fin la encontramos. Una diosa, eso es lo que era. Nos acercamos y le contamos nuestros planes: necesitábamos una modelo para un videoclip y pensábamos que ella era la ideal. Y sin más prolegómenos, Alsoris aceptó», agregó Donés.
Nos citó al día siguiente en su casa para recoger sus cosas y al mediodía ya estaba instalada en nuestro hotel, compartiendo habitación con Eva Nielsen, en aquellos momentos la ayudante de dirección», continúa el músico, quien recuerda: «Llovió sin compasión toda la semana, por lo que no pudimos rodar ni un metro de película, aunque sí descubrir, de la mano de Alsoris, esa Cuba que no sale en los catálogos de las agencias de viajes».
Y llegó la inspiración: «La noche antes del viaje salimos a celebrar, volvimos al hotel de madrugada y ya en la habitación, Alsoris, como cada noche, me dio un beso en la mejilla y se metió en su cama. Fui al baño y al salir, viendo a ese ángel negro enfundada entre sábanas blancas, no me pude reprimir: *Flaca, no me puedo ir de la isla sin haberme acostado contigo*. Ella sonrió, abrió los brazos y me dijo: *Ven, Pablito*».
«Me recosté en la cama, la abracé y el siguiente recuerdo que tengo es despertarme con el sol de la mañana dándome en la cara, abrazado a Alsoris, pero totalmente vestido. Fue tal la emoción que había sentido esos días que me había quedado dormido. Me levanté, agarré un lápiz y una hoja de papel, y sentado en mi cama y mirando a la Flaca dormida escribí», destaca Pau, rendido ante su musa.
Se levantó, agarró un lápiz y una hoja de papel y, sentado en su cama y mirando a La flaca dormida escribió, «en apenas diez minutos, una poesía corta que relataba lo que había sentido por esa mujer durante esas dos increíbles semanas en La Habana». Copió la poesía en otra hoja y la guardó en un sobre, antes de partir hacia el aeropuerto de Varadero.
Allí le entregó Pau una copia del poema: «Aquí te dejo un regalo, mi Flaca, en agradecimiento por estos días que nunca olvidaré. Solo te pido una cosa, que lo abras cuando me haya ido. Nos abrazamos y nos dijimos adiós. Una vez hube traspasado el control de pasaportes, no pude resistir la necesidad de verla por última vez. Me di la vuelta y al mirarla me di cuenta de que ya había abierto el sobre. Estaba llorando a la vez que leyendo esa corta poesía que con los años se convertiría en la canción que puso a Jarabe de Palo en el mapa. Me refiero, cómo no, a La flaca».
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Con información de: El Imparcial