A un mes ya de que las tropas de Rusia invadieron a Ucrania con una impresionante superioridad militar, la aplastante maquinaria bélica rusa no ha logrado someter a su país vecino, que ha resistido estoicamente la invasión y ha causado además serias mermas a las filas del ejército de Vladimir Putin.
Aun cuando han bombardeado inmisericordemente a las ciudades rusas mas importantes, a un elevado costo en vidas humanas de civiles ucranianos, los militares rusos no han logrado apoderarse de la capital ni de ninguna de las ciudades principales donde los soldados ucranianos combaten con la desesperación que da el proteger su suelo patrio.
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El presidente de Ucrania Volodymy Zelensky, ha señalado ya en múltiples ocasiones las atrocidades cometidas por parte de los soldados rusos a la población civil, considerando que se trata de una represalia al no poder someter a las tropas y pobladores ucranianos que combaten sin tregua.
Lo cual no ha sido ignorado por la comunidad internacional encabezada por los Estados Unidos, país que hoy mismo a través de su secretario de estado Antony Blinken, señaló que ya trabajan en llevar a los tribunales a los militares rusos por crímenes de guerra.
De acuerdo a los reportes de los servicios de inteligencia occidental, los mandos del ejercito de Rusia se han visto sorprendidos por la tenaz resistencia de los ucranianos, pues la desproporcionada embestida rusa de mas de 150 mil soldados estaba planeado que aplastara a las defensas de Ucrania en menos de quince días.
Sin embargo, esta suerte de blitzkrieg (guerra relámpago) en versión rusa, se vio detenida por la ferocidad con la que el ejército de Ucrania, infinitamente menor en hombres y recursos, ha defendido cada metro de su territorio.
De hecho, el mismo informe confidencial de la inteligencia de Estados Unidos, estima que las tropas rusas han perdido por lo menos un diez por ciento de sus efectivos, y un numero indeterminado de blindados, aviones y helicópteros.
Ahora Rusia está atorada en una campaña militar cada vez más incierta, costosa y de desgaste, con un número desconocido de muertos, sin final inmediato a la vista y asediada por sanciones occidentales que castigan su economía y su moneda.
En tanto que Ucrania está herida, marcada y en duelo por sus muertos, pero lejos de estar vencida, y se prepara para un segundo mes de bombardeos, combates, bajas y resistencia sin tregua, ya lo dijo Zelensky. “Para derrotarnos, tienen que matarnos a todos”.
