La Red de Sobrevivientes de Abuso por Sacerdotes (SNAP por sus siglas en inglés) acusó al papa León XIV de encubrimiento en casos de abuso sexual cuando aún era conocido como Robert Francis Prevost y se desempeñaba como obispo en Chiclayo, Perú.
En un comunicado difundido el jueves, la organización denunció que Prevost permitió en el año 2000 que el sacerdote James Ray —acusado de abusar de al menos 13 menores— residiera en el convento de St. John Stone, en Chicago, «a pesar de su proximidad a una escuela primaria católica», San Tomás Apóstol.
Según SNAP, Ray tenía restricciones desde 1991 que le prohibían ejercer funciones parroquiales o estar a solas con menores, las cuales fueron notificadas previamente a Prevost por la Arquidiócesis de Chicago.
Durante esa época, Prevost era superior de los agustinos y posteriormente fue nombrado obispo. SNAP sostiene que incluso ya en ese nuevo rol, tuvo conocimiento de otros casos y tampoco actuó con la debida diligencia.
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En diciembre de 2022, tres mujeres presentaron denuncias ante autoridades civiles tras no obtener respuesta de la diócesis dirigida entonces por Prevost. Según el comunicado: “Las víctimas afirman que Prevost no abrió una investigación, envió información insuficiente a Roma y que la diócesis permitió al sacerdote seguir celebrando misa. Incluso adjuntaron fotografías del sacerdote oficiando misa después de su denuncia como prueba”.
Aunque los fiscales cerraron el caso poco después, fue reabierto un año más tarde por Guillermo Cornejo, sucesor de Prevost en Chiclayo, tras una nueva denuncia pública.
El 25 de marzo de 2025, seis semanas antes del cónclave que eligió a Prevost como pontífice, SNAP presentó una queja formal al Vaticano bajo el decreto «Vos estis lux mundi», vigente desde 2023, que regula el actuar ante abusos dentro de la Iglesia.
La organización ahora exige al papa León XIV que, en sus primeros 100 días, impulse “acciones decisivas”, incluyendo medidas de transparencia, indemnizaciones, una Comisión de la Verdad, y normas de cero tolerancia.
Sarah Pearson, portavoz de SNAP, lamentó que el Vaticano aún no haya respondido: “Sabiendo que Prevost ahora es León XIV, estamos preocupados de si esto alguna vez será investigado (…) estamos pidiendo una ley de cero tolerancia, para remover permanentemente del ministerio a cualquiera que haya abusado de niño, y debe haber supervisión y un medio a través del cual se les pueda responsabilizar”, declaró.
La vocera concluyó con un llamado al papa para asumir su responsabilidad: “Si no hace eso, no tendrá la credibilidad que los sobrevivientes necesitan que tenga para que este ciclo de abuso en la Iglesia Católica alguna vez termine”, reportó la cadena CNN.
Con Información de Agencias
