Ante lo que ya se considera, luego de varias amenazas, la inminencia de una guerra contra Rusia, militares veteranos de Ucrania entrenan a todo vapor a la población civil de su país, mujeres, jóvenes, cualquiera que pueda tomar un fusil es preparado para los futuros combates.
En calles y parques ucranianos, el club de veteranos de la guerra del Donbás en Slavútich organiza sesiónes de capacitación sobre el manejo de armas y los primeros auxilios para ciudadanos voluntarios.
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En los improvisados centros de entrenamiento, se pueden ver grandes paneles que explican cómo cargar un arma o quitarle la anilla a una granada, fusiles automáticos y hasta lanzacohetes sobre una mesa.
Dispuestos a luchar hasta la muerte para defender su tierra de la tan anunciada invasión rusa, los pobladores aprovechan la experiencia de los hombres que ya han combatido antes, como el caso del ex policía Micha.
Este hombre, conocido como «Abuelo», luchó en el este de Ucrania y está dispuesto a volver a luchar: “Si hay una ofensiva rusa, no soy de los que huyen. Esta es nuestra tierra. ¿Cómo podemos abandonar esta ciudad en la que hemos vivido durante tanto tiempo?“.
Sin embargo, Micha acepta tener temor por algo: un partido prorruso fue el que más escaños obtuvo en las últimas elecciones municipales en Slavútich, lo que fortalece el actual clima de presión militar rusa en las fronteras.
No lejos de allí, a apenas 40 kilómetros, los militares ucranianos también organizan sesiones de entrenamiento con armas para la población de Chernígov. Uno de estos ejercicios es para los funcionarios electos de la ciudad.
Equipado con uniforme militar y un fusil automático AK-47 en la mano, el Alcalde de Chernígov y otros representantes escuchan a un instructor del Ejército ucraniano detallar instrucciones de capacitación militar.
Debido a sus ocupaciones, Roman Reznik, concejal de la ciudad, llevaba 15 años sin empuñar un fusil: “Nos gustaría que la gente no tuviera miedo, que no se quedara en sus casas pensando en cómo escapar, sino que pensara en cómo defenderse» señala.
El funcionario especula que «Digamos que mañana Rusia lanza una ofensiva; no sabemos si eso ocurrirá o no, pero cada persona debe saber dónde tiene que ir para conseguir un arma y defender la infraestructura para que la ciudad siga funcionando”.
Y es que, en caso de una intervención militar rusa desde el norte, la ciudad sería un objetivo principal, a menos de 100 km de las fronteras rusa y bielorrusa. Por ello, los preparativos de defensa incluyen no solo a fuerzas militares, sino a toda la población.
Otro concejal, Vitay Khroustitsky, mientras dispara en sus ejercicios de entrenamiento enarbola el sentimiento de cualquier pueblo que se amenazado con una invasión: “Si las botas de los huéspedes no invitados penetran en nuestra Patria, quiero estar preparado para defender la ciudad en la que nací, y si es necesario, con las armas en la mano. No queremos que alguien en nuestra casa nos dicte reglas y nos diga cómo debemos vivir”.
Con Información de Sinembargo.com
Esta entrada fue modificada por última vez en martes, 22 de febrero, 2022
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