El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hace unos momentos el cierre parcial de la frontera, previamente los gobiernos de México y Estados Unidos han acordado “ampliar las actividades esenciales” comerciales y de cruce de personas en la frontera común, para aminorar el impacto económico negativo en los dos países por la pandemia del coronavirus (Covid-19).
“Se ha logrado un acuerdo para que haya un listado amplio de actividades esenciales por lo que estimamos que el impacto de la medida -cierre parcial de la frontera- será menor al que originalmente se pudo tener”, adelantó a Apro un alto funcionario del gobierno de México.
El compromiso forzado por la emergencia de la pandemia del Covid-19 de cierre parcial de la frontera norte de México y sur de Estados Unidos, sería oficialmente anunciado de manera conjunta este viernes por los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump.
El alto funcionario mexicano que adelantó detalles del acuerdo bajo la promesa de reservar su nombre y puesto en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aclaró que, a diferencia del cierre parcial de la frontera norte de Estados Unidos pedido por Canadá, México no pidió la medida restrictiva.
Presiones para el cierre de frontera
Ante el pánico que ha generado la pandemia mundial del coronavirus, sectores del gobierno federal estadunidense presionaron a Trump para instrumentar un decreto del cierre parcial de la frontera con México.
Por ejemplo, la legisladora federal por el partido demócrata de la ciudad de El Paso, Texas, al otro lado de Ciudad Juárez, Chihuahua, Verónica Escobar, no escatimó en presionar para pedir el cierre fronterizo.
“Siguiendo la restricción temporal a los viajes no esenciales a través de la frontera Estados Unidos-Canadá debido a la pandemia del coronavirus, me uno a los líderes de El Paso que urgen preparar planes de contingencia en nuestra región, anticipándonos a medidas similares que se implementarán en la frontera Estados Unidos-México”, escribió Escobar en su cuenta personal de Twitter.
En las negociaciones que por parte del gobierno de Trump involucran al Departamento de Estado, de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) y a la misma Casa Blanca, el de México como no es peticionario de la medida, presuntamente sacó ventaja del compromiso para eludir mayores efectos negativos a la economía nacional.
“Los trabajadores fronterizos que tienen acreditación (legal) para trabajar en Estados Unidos no se verán afectados”, explicó el funcionario del gobierno mexicano.
Así como no se detendrá el intercambio de bienes y servicios que cruza diariamente la frontera entre los dos países que es esencial para mantener la productividad y desarrollo económico, la fuerza laboral mexicana que entra y sale todos los días no será perjudicada.
Restricciones al cierre parcial
Las restricciones al cierre parcial de la frontera implicarán entre otros aspectos que darán a conocer los gobiernos, la suspensión de ingreso a Estados Unidos de turistas, la cancelación de algunos vuelos entre las dos naciones y la supervisión médica de las personas que podrán cruzarla para certificar que no están infectadas por el Covid-19.
Los ciudadanos estadunidenses y residentes permanentes de ese país que entren por la frontera norte de México a Estados Unidos también deberán ser sometidos a un examen médico riguroso para determinar que no padecen el virus y en caso de estar contagiados, deberán ser sometidos a una cuarentena obligatoria en territorio mexicano.
Este jueves el Departamento de Estado recomendó a la ciudadanía estadunidense evitar viajar al extranjero y a los que se encuentran en otros países; regresar inmediatamente a casa o de lo contrario prepararse para quedarse fuera por tiempo indefinido en cuarentena obligatoria.
Esta semana, en conferencia de prensa en la Casa Blanca para actualizar a su ciudadanía sobre la pandemia del Covid-19, Trump al ser cuestionado sobre sí invocaría el Acta constitucional 42USC265 en el cierre fronterizo respondió afirmativamente sin dar mayores detalles.
El Acta 42USC265 prohíbe el ingreso de ciudadanos extranjeros a los Estados Unidos en situaciones de crisis o de emergencia nacional.
Deportados, solo los nuevos solicitantes
El martes pasado el diario estadounidense The New York Times, publicó que Trump (en alusión al Acta 42USC265) como medida preventiva para prevenir contagio y expansión del Covid-19, deportaría a México a los extranjeros solicitantes de asilo.
Ante la ausencia de pormenores del plan de Trump debido a las negociaciones con el gobierno mexicano, se especuló de que se enviarían a México a los solicitantes de asilo que se encuentran dentro de Estados Unidos esperando la resolución de su petición.
“La deportación de los solicitantes de asilo se aplicaría para los nuevos… a nosotros no nos gustan esas medidas de cuarentena, pero no tenemos opción legal. A los (peticionarios) que ya están allá, nos han dicho que no los deportarían”, sostiene el funcionario mexicano.
El año pasado y ante las amenazas de Trump de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, el gobierno de López Obrador aceptó recibir y que se quedaran en México a esperar el fallo de sus casos, los migrantes extranjeros que lograran presentar su pedido en las garitas migratorias de Estados Unidos en el sur de frontera sur.
Las leyes internacionales y las estadunidenses de asilo establecen el cumplimiento humanitario y jurídico del debido proceso a los peticionarios de asilo por cualquier razón, que implica el permanecer en el país donde lo piden hasta que se resuelva su pretensión.
Con información de aristeguinoticias.com
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