Científicos han logrado identificar las moléculas que se encargan de frenar la entrada del virus del Covid-19 a las células.
De acuerdo a una nota de prensa difundida durante las primeras horas de este viernes, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han conseguido identificar compuestos moleculares que se encargan de impedir la entrada del coronavirus a las células, luego de inhibir la interacción que se produce entre la proteína de la espícula del virus y los receptores celulares.
Estas moléculas actúan en etapas muy tempranas del ciclo replicativo del virus, por lo que podrían impedir la hiperactivación del sistema inmunológicoque acaba desencadenando la «tormenta de citoquinas» característica durante el agravamiento del covid-19. Los compuestos identificados como inhibidores de la entrada del virus son moléculas propias del grupo de investigación que lidera María Jesús Pérez Pérez, investigadora del CSIC en el Instituto de Química Médica (IQM-CSIC).
“Empleando el símil de la puerta, persiguen bloquear la puerta principal por la que el virus accede al interior celular. De este modo, protegerían a las células de la infección viral”, explicó María Jesús Pérez, que lidera el proyecto junto con Sonsoles Martín Santamaría, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC), Ron Geller, del Instituto de Biología Integrativa y de Sistemas, un centro mixto del CSIC y la Universidad de Valencia (este de España) y Alberto Marina y Vicente Rubio, del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC).
Aprueban estudio preclínico
Hay que mencionar, que los investigadores ensayaron los fármacos usando “pseudopartículas” virales con la proteína de la espícula del virus, y a continuación analizaron su capacidad para interferir entre la unión de la proteína de la espícula con el receptor celular y la posterior infección.
Los compuestos identificados actúan en etapas muy tempranas del ciclo replicativo viral, y al impedir la replicación del virus en la célula, podrían evitar los efectos de la “tormenta de citoquinas” que se produce en los casos más graves.
“Incluso se podría valorar su uso como tratamiento preventivo de la infección. A partir de ahora, se inicia un largo camino que incluye su estudio preclínico y su evaluación de eficacia en un modelo animal”, informó la investigadora.
El proyecto que ha permitido este descubrimiento ha sido financiado por la Plataforma Salud Global del CSIC y el Fondo Supera Covid-19 que pusieron en marcha la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Banco Santander.
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Con información de Forbes México.