A casi tres meses de la llegada de la pandemia a Italia, el país se ha levantado con más fuerza y sabiduría. Tras haber sido el primer país de Europa en ser severamente golpeado por el coronavirus (Covid-19), tuvo que aprender a combatir al enemigo invisible sobre la marcha, y lo está logrando.
Ya han pasado varios días desde que comenzó la Fase 2 de reapertura del país europeo, en la que sus habitantes aprenden a convivir con el agente infeccioso, siguiendo las medidas de distanciamiento social. El objetivo: el regreso paulatino a las actividades económicas y la comprensión de esta “nueva normalidad”.
Más allá de proyectar el futuro, Italia ha trabajado arduamente por aprender del presente. Cada día en la lucha con el virus, su gente ha adquirido nuevos conocimientos, ha valorado más los instantes en el exterior y se ha dado cuenta de la importancia de tener amigos en todo el mundo.
Caminar sobre territorio inexplorado
El embajador de Italia en México, Luigi de Chiara, explicó a Notimex cómo fue que Italia delineó las estrategias frente al enemigo invisible. Para su nación, como para el resto del mundo, la veloz propagación del agente infeccioso fue una experiencia inédita y debían definir el rumbo un día a la vez.
De acuerdo con el embajador, hay quienes comparan la crisis por Covid-19 con la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, para el diplomático este episodio histórico se perfila como un relato sumamente distinto y del que han surgido consecuencias tanto negativas como positivas.
En Italia se siguió el distanciamiento social y el aislamiento como medidas básicas de prevención. Además, las autoridades trabajaron arduamente para preparar al sistema de salud para atender la emergencia que, conforme pasaban los días, se veía que llegaría con más fuerza.
En ese sentido, el embajador destaca que uno de los grandes aprendizajes a compartir con el mundo es la importancia de invertir en el sector salud siempre, si se desea tener a la población protegida.
De hecho, su país ha fortalecido las instituciones sanitarias desde la Segunda Guerra Mundial y el gobierno ha buscado que la cobertura de los servicios de salud sea total tanto para ciudadanos italianos como para extranjeros. Este fue uno de los pilares para atender y entender la crisis.
La disciplina italiana, ejemplo a seguir
Para el embajador, Italia no habría logrado aplanar la curva de evolución de la pandemia si no hubiera sido por la colaboración de sus ciudadanos. De hecho, Luigi de Chiara se mostró sorprendido por la forma en que la población siguió las medidas de distanciamiento social y sanitarias.
“A pesar de que podría pensarse que los italianos no somos muy disciplinados, en esta ocasión no deja de sorprenderme la forma en que todos contribuyeron al seguir los protocolos”, destacó de Chiara, a la vez que subrayó que en esa “nueva normalidad” podrán observarse cambios positivos en los valores del país europeo.
Gracias a esa disciplina, Italia comenzó un periodo de prueba en la reapertura del país tras dos meses de aislamiento. Ahora, “las y los italianos podrán comenzar a disfrutar con mayor felicidad momentos tan simples como salir a comprar un libro”, aplaudió el diplomático.
La fase de prueba también espera convertirse en un alivio para la población que espera con ansias volver a trabajar y reanudar sus actividades económicas. No obstante, de Chiara comentó que aún existe un optimismo moderado, pues, como se mencionó anteriormente, el combate a la pandemia ha sido un aprendizaje sobre la marcha.
Amistad y cooperación aligeran la carga
“La pandemia nos demostró que tenemos muchos amigos. Todo el mundo ha ayudado a Italia”, celebró el diplomático durante la entrevista y destacó que, como nunca antes, quedó demostrada la necesidad de mantener vínculos en todos los continentes durante momentos tan difíciles.
Para el embajador, una de las grandes lecciones de la pandemia ha sido la necesidad de reforzar la cooperación y la interconexión entre naciones. Después de la pandemia, espera que estos vínculos se retomen aún con más fuerza. “No tiene sentido encerrarnos y pensar sólo en nosotros”, añadió.
Ahora, Italia predica con el ejemplo en materia de cooperación. Conforme controla la emergencia, sus funcionarios dedican tiempo a difundir los mecanismos más efectivos y los errores que los gobiernos deben considerar al implementar medidas de contención de la pandemia.
A pesar de que todos los países se encuentran centrados en librar su lucha interna contra el Covid-19, el embajador destacó que se han aprovechado las herramientas tecnológicas para que quienes están en primera fila en el combate desde Italia brinden recomendaciones a dirigentes de todo el mundo.
México, un gran amigo de Italia
Entre los grandes amigos de Italia está México. El embajador resaltó los proyectos en puerta para sumar fuerzas y vencer al coronavirus tanto en ambos países como en el resto del mundo. Por ello, de Chiara anunció la cooperación bilateral para el financiamiento de investigaciones que permitan el desarrollo de una vacuna.
Además, Italia se ha mantenido en coordinación con las autoridades mexicanas para facilitar vuelos de repatriación entre ambas naciones y facilitar un retorno seguro a quienes deseen volver a sus países de origen. En ese sentido, el embajador destacó que, conforme las circunstancias lo permitan, continuarán con estas medidas de apoyo.
De igual forma, se tiene prevista la negociación de un acuerdo con la Unión Europea (UE), así como la definición de una agenda conjunta a largo plazo, donde se contemplan las reuniones con el G20, órgano internacional que Italia presidirá el próximo año.
Para el embajador, Italia y México son países con muchas similitudes y entre quienes se pueden estrechar aún más los lazos de cooperación. “Donde quiera que miro, veo un gran potencial para incrementar la presencia de México en Europa”, resaltó.
El diplomático destacó que existen grandes áreas de oportunidad de cooperación y aprendizaje mutuo, tanto en el contexto de la pandemia como en el proceso de reactivación económica que vendrá conforme la pandemia esté bajo control en ambas naciones.
Particularmente, Italia y México comparten un rol importante como potencias culturales y turísticas, sectores que al terminar la pandemia requerirán mucho apoyo para levantarse. Además, el embajador destacó un gran potencial en la definición de políticas migratorias, pues ambos países son puentes de personas en tránsito, sólo que en distintos continentes.
“La pandemia nos ha enseñado a mirar más lejos”
Italia aún debe caminar por rumbos inexplorados conforme se convierte en uno de los primeros países en reabrir sus calles y negocios locales. No obstante, los italianos confían en los vínculos que han creado en el exterior tanto antes como durante la crisis y saben que tienen el valor y la disciplina para salir a las calles de nuevo, pero con una mentalidad distinta.
Para el embajador, la propagación del coronavirus ha enseñado que la apertura para recibir y brindar ayuda son pilares para atender las emergencias no sólo en términos de salud, sino también en cuestiones políticas, comerciales y de impulso regional.
Ningún país tiene una bola de cristal para saber cómo reaccionar ante los próximos retos de la crisis por la guerra contra este enemigo letal. No obstante, de acuerdo con el embajador, la interconexión entre naciones y la colaboración de la ciudadanía serán el empuje para vencer los siguientes obstáculos.
Con información de agencia Notimex
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