Después de casi tres días de ocurrido el terrible sismo que devastó a la ciudad indonesia de Cianjur, los rescatistas realizaron el milagroso rescate de un niño de seis años que permaneció junto al cadáver de su abuela atrapado entre los escombros.
El terremoto ha dejado hasta el momento 271 muertos, y los equipos de emergencia de Indonesia trabajaban contra reloj para encontrar supervivientes pues se sabe que 72 horas después del evento hay muy pocas posibilidades de hallar a sobrevivientes.
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Las cámaras en la noche del miércoles captaron el «milagroso» rescate, que reavivó las esperanzas de poder encontrar a más supervivientes entre las ruinas provocadas por el temblor que arrasó el lunes la ciudad de Cianjur, en Java Occidental.
De acuerdo a las cifras de las autoridades, una cuarentena de personas seguían desaparecidas, entre ellas una niña que los rescatistas estaban intentando encontrar, como el caso del pequeño Azka, de seis años, que sobrevivió sin agua ni comida.
Jeksen, un rescatista voluntario local de 28 años, informó a los medios que «Una vez nos dimos cuenta que Azka estaba vivo, todo el mundo estalló a llorar, incluido yo», y agregó «Fue muy emotivo, se vivió como un milagro».
El video del rescate, difundido por la administración del distrito de Bogor en Java Occidental, enseña a los socorristas sacando a Azka de una casa destruida en el distrito de Cugenang, el más castigado de la ciudad.
Quizás el momento más emotivo del rescate fue el momento en que el hombre que lo sacó de un hueco entre los escombros, abrazó al niño con los dos brazos, mientras otro socorrista con mono de protección naranja corría detrás suyo sosteniendo la mano del niño.
Pasada la euforia por el esperanzador momento, se ve después a Azka tomando tranquilo una bebida en brazos de un soldado, con un trabajador de emergencias que le acaricia el pelo.
Los detalles del rescate también fueron difundido por el personal de emergencias, que informaron que el cuerpo de su madre había sido hallado sin vida horas antes, dijo un voluntario a la AFP el jueves.
El pequeño, a quien encontraron junto al cadáver de su abuela, se salvó gracias a un muro que sostuvo otra pared colapsada y evitó que cayera sobre él, indicaron los medios locales.
«Fue encontrado en la parte izquierda de la casa, en la cama. Estaba protegido por una almohada y había un espacio de 10 centímetros entre él y el muro de hormigón», explicó el voluntario que platicó con los reporteros.
Lamentablemente, el tiempo para encontrar más personas con vida se agota poco a poco y los trabajos de rescate se ven obstaculizados por las intensas lluvias y la recurrente amenaza de réplicas letales.
«Hoy hemos desplegado 6 mil personas para la operación de búsqueda y rescate. Llueve pero seguimos buscando», dijo el jefe de la agencia nacional de gestión de desastres, Suharyanto, que solo tiene un nombre como muchos indonesios.
Hallan vivo a niño en escombros del sismo de Indonesia
Con Informes de Agencia
