Este domingo, el papa Francisco se pronunció por Birmania y lamentó el hecho de que en ese país, miles de personas sean desplazadas y amenazadas con el hambre, luego de que se presentara un golpe de estado militar.
“Uno mi voz a la de los obispos de Birmania, quienes la semana pasada lanzaron un llamamiento a la atención del mundo entero, a la trágica experiencia de miles de personas desplazadas en ese país y que mueren de hambre”, indicó el Santo Padre.
Al final de la oración dominical del Ángelus, el Papa Francisco envío su pronunciamiento hacia Birmania, tomando en cuenta también a los obispos de ese país:
“Suplicamos -dicen ellos- con toda la amabilidad posible, que se permitan los corredores humanitarios y que las iglesias, pagodas, monasterios, mezquitas, templos, así como las escuelas y hospitales, sean respetados como lugares neutrales de refugio.”
Birmania es un país que está sumido en el caos desde que el gobierno de Estado derrocó a la líder civil Aung San Suu Kyi y la represión llevada a cabo por el ejército contra los manifestantes que reclaman el retorno a la democracia.
Los enfrentamientos han estallado en muchas partes de Birmania, donde los civiles han formado fuerzas de “autodefensa” para oponerse a la junta militar.
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