Un nuevo ataque armado en Nigeria reavivó la alarma por la creciente ola de secuestros masivos en escuelas del país cuando autoridades locales confirmaron que más de 300 estudiantes de la escuela católica privada St. Mary’s fueron raptados el viernes por un grupo de hombres armados, en uno de los episodios más graves registrados este año.
Tras un recuento final, la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) actualizó la cifra inicial y reportó que 303 alumnos y 12 docentes en el estado de Níger, en el centro-norte del país fueron secuestrados, incluidos menores de apenas diez años.
El reverendo Bulus Dauwa Yohanna, presidente de la CAN en Níger, visitó el centro educativo y confirmó que otros 88 jóvenes “también fueron capturados tras intentar escapar”, según detalló su portavoz, Daniel Atori, en declaraciones a CNN. Los secuestrados son estudiantes de ambos sexos, con edades entre 10 y 18 años.
Como medida preventiva, el gobierno federal y autoridades estatales ordenaron el cierre temporal de varias escuelas en el norte del país. El ataque se produce pocos días después de que hombres armados irrumpieran en una iglesia del vecino estado de Kwara, donde dos personas murieron y varios fieles, incluido el pastor, fueron secuestrados. En Kebbi, otra incursión en un internado de niñas dejó 25 estudiantes raptadas y un subdirector asesinado.
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El clima de inseguridad genera profundo malestar entre las familias. Eze Gloria Chidinma, creadora de contenido cuya hermana logró huir durante el asalto, afirmó a Associated Press que las autoridades “no están haciendo lo suficiente”. Para ella, la situación resulta insoportable: “Es traumático”, dijo. “Para ser honesta, no creo en las autoridades”.
Mientras el gobierno estatal condenó el ataque y la policía informó que agentes están “peinando los bosques” en busca de los secuestrados, el episodio vuelve a exponer la complejidad de la violencia que azota al país. Grupos armados secuestran civiles para exigir rescates, en un contexto atravesado por tensiones religiosas, disputas comunitarias y conflictos por recursos.
El presidente estadounidense Donald Trump ha denunciado repetidamente presuntos ataques contra cristianos en Nigeria y advirtió sobre posibles acciones militares. Tras designar al país como “País de Especial Preocupación”, su administración insiste en que la persecución religiosa exige atención prioritaria.
No obstante, especialistas señalan que tanto cristianos como musulmanes son víctimas de extremistas. Como resumió la analista Bulama Bukarti: “Sí, estos grupos (extremistas) lamentablemente han asesinado a muchos cristianos. Sin embargo, también han masacrado a decenas de miles de musulmanes”.
Con Información de Agencias
