Al menos 32 niños y recién nacidos han muerto en los últimos dos meses, en su mayoría de hipotermia, cuando huían de la violencia hacia el campo de desplazados de Al Hol, en el norte de Siria, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
La agencia denunció el deterioro de la situación en este campo de la provincia de Hasaka, al que han llegado en solo dos meses unas 23 mil personas –“en su mayoría mujeres y niños”– que huyen de los combates abiertos en zonas rurales de la vecina región de Deir Ezzor.
Asesinados
Mutilados
Violados
Forzados a combatir1 de cada 4 niños vive en países afectados por guerras o desastres.
No podemos aceptarlo como algo normal: https://t.co/Jcx1LnsZZy #Emergencias2019 pic.twitter.com/bJ9TeAH1Qy— UNICEF España (@unicef_es) February 2, 2019
Huyen caminando con un frío que «cala los huesos»
Muchos de ellos llegan a Al Hol tras haber caminado durante días o viajado en camiones a la intemperie, a merced de temperaturas invernales, con un frío que «cala los huesos». Miles de estos desplazados se han visto obligados también a dormir varias noches al raso tras llegar los centros de recepción y áreas de vigilancia iniciales, explica la OMS en un comunicado.
La situación es por tanto “crítica” en un enclave que ha triplicado su población en solo dos meses, al pasar de 10 mil a 33 mil personas. Los responsables son incapaces de hacer frente a quienes viven en el campamento y de atender las necesidades de quienes llegan “desnutridos y exhaustos”, huyendo en muchos casos de zonas controladas durante años por el grupo terrorista Estado Islámico.
Situación “desoladora” en campo de refugiados
La representante de la OMS en Siria, Elizabeth Hoff, comenta que “la situación en el campo de Al Hol es desoladora”, con “niños muriendo de hipotermia mientras sus familias buscan seguridad”. Aunque la OMS incrementó sus trabajos, Hoff subraya la importancia de que se aceleren los permisos para poder repartir suministros y atender a quienes están tanto dentro del campamento como en las carreteras que conectan con él. “Instamos a todas las partes a que nos den un acceso ilimitado para que podamos llegar a las personas y darles la ayuda que necesitan de forma desesperada”, reclamó.
Desde comienzos de año, la organización internacional repartió en dos clínicas móviles más de 35 mil tratamientos y supervisa las nuevas llegadas de desplazados para derivar al hospital a aquellas personas que lo necesitan. Asimismo, también colabora en tareas de vacunación y forma a los trabajadores locales en materia de atención psicológica.
Hay niños muriendo de hipotermia: Unicef
Por su parte, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, confirmó la cifra de 32 niños muertos a causa de “la violencia, los desplazamientos y las condiciones extremadamente duras en el norte y el este de Siria”.
“Unicef está ayudando a niños y madres que huyen de los combates en Hajin haciéndoles llegar mantas, ropa de invierno, comida y agua. También les está facilitando espacios seguros y servicios de salud, nutrición, protección infantil y reunificación familiar”, señaló el organismo en un comunicado.
En el mismo, señala que otros tres niños murieron la semana pasada a causa de los enfrentamientos en la ciudad de Maarat al Numan, en la provincia de Idlib (noroeste), al tiempo que manifestó que “el conflicto también dañó gravemente una escuela y un centro comunitario para niños”.
“Unicef llama a todas las partes en el conflicto a que faciliten el acceso humanitario seguro, sin obstáculos y continuado a todos los niños que lo necesitan”, agregó Fore, como ya hiciera la OMS.
“Las partes en el conflicto han mostrado una cruel falta de respeto por las leyes de la guerra. Unicef apela nuevamente a los combatientes para que no pongan a los niños en peligro, ni siquiera en las zonas de conflicto activo. No hay excusas: los niños no son y nunca deben ser objetivo de la violencia”, remachó.
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