Luego de ser juzgada por insultar al profeta Mahoma en 2009, en medio de amenazas de grupos islamistas que pedían su ejecución, una cristiana paquistaní de nombre Asia Bibi, fue perdonada por el Tribunal Supremo de Pakistán, que anuló la sentencia de muerte que le había sido impuesta.
«La sentencia a muerte se anula. Asia Bibi es absuelta de los cargos», expresó Saqib Nisar, presidente del Supremo, al leer la sentencia de la apelación ante la presencia de comandos sin armas de las fuerzas militares.
El titular del Tribunal Supremo de Pakistán, dijo que si no existían otros cargos contra Asia Bibi, “puede ser dejada en libertad”.
La sede del máximo órgano judicial fue ‘blindado’ con efectivos de la Policía antidisturbios y especialistas en desactivación de bombas para darse a conocer el anuncio de la sentencia.
Sentenciada a muerte por blasfemar contra Mahoma
Unas mujeres aseguraron en el 2009, que la cristiana Bibi, madre de cinco hijos insultó al islam durante una discusión en un pozo de agua en el Punyab (este), por lo que al registrarse la denuncia, fue sentenciada a muerte en 2010 por blasfemia contra el profeta Mahoma.
Te puede interesar: Ejecutan a una familia con el ‘tiro de gracia’
En el año 2014, la mujer perdió el recurso presentado ante el Tribunal Superior de Lahore, capital del Punyab, y en 2015 el Supremo paralizó la ejecución tras aceptar estudiar su apelación, cuya primera vista, fijada para 2016, se pospuso tras la recusación de uno de los jueces.
Al encontrar contradicciones en las declaraciones de los testigos, el Tribunal de Pakistán estudió el pasado 8 de octubre la apelación a la condena a muerte de Asia Bibi y se reservó el veredicto.
Ese mismo día los jueces fueron amenazados por integrantes del partido político radical Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP), si la cristiana era declarada inocente. Días después miles de islamistas reclamaron en diferentes ciudades paquistaníes su ejecución.
Dos muertos por defender a paquistaní
A nivel internacional el caso de Bibi ha provocado indignación, pero en Pakistán se ha convertido en una causa para los grupos y partidos islamistas y ha provocado al menos dos asesinatos.
Cabe recordar que en 2011 fue asesinado el exgobernador del Punyab, Salman Tasir, por defender públicamente la causa de Bibi por uno de sus guardaespaldas.
El otro caso registrado fue el del ministro cristiano de Minorías, Shahbaz Bhatti, quien fue asesinado a tiros en la puerta de su casa en 2011 por defender a la mujer cristiana y oponerse a la legislación contra la blasfemia.
Fue durante la época colonial británica que se implantó la dura ley antiblasfemia paquistaní, con el fin de evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el dictador Zia-ul-Haq favorecieron el abuso de esta norma.
Desde esa fecha se han producido un millar de acusaciones por blasfemia, un delito que en Pakistán puede llevar aparejada la pena capital, aunque nunca se ha ajusticiado a nadie por este crimen.