Prohibe Putin a empresas rusas «fugar» sus capitales

Ante la embestida occidental con demoledoras sanciones a su gobierno, que están causando severos daños a la economía de Rusia, Vladimir Putin ha firmado hoy un decreto en el que prohibe a las empresas rusas transferir divisas al extranjero y ordenó a las empresas con actividades económicas en el extranjero en el marco del comercio exterior convertir el 80 por ciento de sus ingresos en rublos para evitar fugar sus capitales.

El mandatario ruso busca con estas medidas frenar los severos daños a la economía que las sanciones de Estados Unidos y aliados de la OTAN le están infringiendo luego de su decisión de invadir a Ucrania.

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El decreto emitido por Putin, señala que “A partir del 28 de febrero, los residentes que participen en actividades económicas en el extranjero deberán realizar la venta obligatoria de divisas por un monto del 80% del monto de divisas acreditado en sus cuentas en virtud de contratos de comercio exterior con no residentes (…)”.

De la misma manera, también se prohíbe a cualquiera a partir de mañana, según el decreto, realizar “operaciones de cambio relacionadas con la provisión por parte de residentes a favor de no residentes de moneda extranjera” y transferir moneda extranjera a cuentas abiertas en bancos y otras organizaciones del mercado financiero fuera de Rusia“.

Esta desesperada medida es la respuesta de Putin a las nuevas sanciones occidentales, que pusieron en la mira al Banco Central de Rusia, e incluyen la expulsión del sistema SWIFT de varios bancos, lo que se tradujo en el desplome de casi 30 por ciento del rublo y obligó a Moscú a sacar su arsenal para asegurar la estabilidad financiera.

Debido a estas fuertes sanciones, el Banco Central de Rusia (BCR) elevó de golpe el tipo de interés del 9.5 por ciento al 20 por ciento para respaldar la estabilidad financiera y proteger los ahorros de la población.

Otra de las medidas emergentes realizadas por el presidente ruso, fue liberar las reservas de capital acumuladas por parte de la banca por valor de 733 mil millones de rublos (6 mil 245 millones de euros o 6 mil 963 millones de dólares) para préstamos al consumo y préstamos hipotecarios no garantizados en rublos y moneda extranjera.

Por ultimo, a manera de recomendación, sugirió a las entidades financieras reestructurar la deuda de sus clientes en lugar de imponer sanciones o multas si su situación financiera se deterioró por las sanciones y decidió prohibir a los corredores la venta de valores de extranjeros.