Sin embargo, no proporcionaron detalles sobre la naturaleza de esta nueva información. En los últimos meses, varios obispos belgas han expresado su indignación por la falta de acción del Vaticano en este asunto.
La embajada informó que después de escuchar la defensa de Vangheluwe, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe presentó el caso a Francisco el 6 de marzo. Tres días después, el Papa decidió aceptar la recomendación de destituir a Vangheluwe del sacerdocio.
Esta es la sanción más severa que puede imponer el Vaticano, aunque solo implica que el exobispo sea considerado laico y ya no pueda ejercer como sacerdote.
Según el comunicado, Vangheluwe ha solicitado vivir en un retiro sin contacto con el mundo exterior, donde pueda dedicarse a la oración y la penitencia.
Lieve Halsberghe, una abogada que representa a las víctimas, ha criticado la medida tardía del Vaticano, afirmando que no representa justicia para aquellos que sufrieron abusos por parte de Vangheluwe. Considera que es simplemente una estrategia de relaciones públicas antes de la visita del Papa a Lovaina para conmemorar el 600 aniversario de la universidad católica belga.
El caso de Vangheluwe marcó un punto de inflexión en Bélgica, un país mayoritariamente católico. Aunque nunca fue procesado penalmente debido a la prescripción de los delitos, generó una profunda conmoción en la sociedad.
Una comisión especial reveló testimonios desgarradores de abusos sexuales perpetrados por clérigos, algunos de ellos contra víctimas de apenas dos años de edad. Además, se estima que al menos 13 víctimas se suicidaron como consecuencia de los abusos.
El escándalo está lejos de terminar, con el parlamento belga llevando a cabo audiencias sobre los abusos, y recientes manifestaciones frente a la casa de retiro donde Vangheluwe reside ahora, con pancartas que denuncian la impunidad de la iglesia frente a estos crímenes.
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Con Información de Agencias