Asediada por mas de dos meses de intensos bombardeos tanto de lanzaderas de misiles, aviones y tanques de combate, las tropas de Ucrania en la ciudad de Mariúpol, quedaron aisladas en lo que es su ultimo reducto, la acería de Azovstal.
El gobierno ucraniano informó esta tarde que perdió toda comunicación con sus combatientes en la fábrica de acero Azovstal, el último reducto de la resistencia ucraniana en la ciudad portuaria de Mariúpol.
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Vadym Boychenko, alcalde de la castigada ciudad, en una aparición en la televisión ucraniana, informó que «Perdimos el contacto, no hay comunicación para saber qué sucede, si están seguros o no”, lamentó.
La suerte de los combatientes ucranianas se desconoce debido al incremento de los ataques rusos, pero se sabe que aun un numero indeterminado de defensores de Azovstal protege la fábrica “en condiciones muy difíciles, ya que les atacan con artillería pesada, tanques, aviación y desde buques en el mar”.
De acuerdo al canal de televisión Zvezda, perteneciente al Ministerio de Defensa ruso, las tropas rusas «martillan» Azovstal con fuego de artillería de 152 milímetros y lanzaderas múltiples Grad, a fin de evitar que “los militares ucranianos salgan de las catacumbas”.
Lamentablemente, esta escalada en los indiscriminados ataques iniciada desde ayer, torna incierta la operación de rescate de civiles atrapados con el acuerdo de los gobiernos de Ucrania y Rusia, con la colaboración de la ONU y el apoyo de la Cruz Roja.
Apenas se logró evacuar a tiempo a 159 personas de la zona de Mariúpol, devastada por los intensos combates de las semanas anteriores, de las cuales 101 personas eran civiles refugiados en la planta, en la cual aun quedarían atrapados unos 200 civiles.
Civiles que aun se lucha por evacuar, aseguró la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, en su cuenta de Telegram, al asegurar que la evacuación se llevará a cabo “si la situación de seguridad lo permite”.
Vereshchuk enumeró cuatro puntos de reunión de evacuados en Mariúpol, Berdyansk, Tokmak y Vasilivka, desde los cuales los civiles se trasladarían a la zona de Zaporiyia, al norte de Mariúpol y controlada por los ucranianos.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, negó que Rusia pretenda tomar la planta por asalto y señaló que las tropas rusas que han bloqueado la metalúrgica intervienen únicamente para “reprimir” los intentos de los combatientes ucranianos de ocupar “posiciones de combate”.
Sin embargo, el gobierno ruso una y otra vez ha comprobado la poca fiabilidad de sus declaraciones, las cuales en su mayoría, han sido estrategias encaminadas a confundir a las tropas de Ucrania, ganar tiempo y reorganizarse previo a mayores ataques.
Moscú justificó esta escalada con el argumento de que las tropas atrincheradas en Azovstal aprovecharon el alto el fuego humanitario para retomar sus posiciones de combate en la planta.
Irónicamente, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, aseguró que los militares rusos buscan “garantizar la seguridad de la población” en las zonas de conflicto y particularmente, de los civiles que permanecen en Mariúpol.
El militar ruso aseguró que “la operación especial militar rusa” continúa y aseguró que el Ejército ruso, junto a las milicias de las “repúblicas populares” de Lugansk y Donetsk “amplían el control de los territorios” de ambas regiones.
Algo que el Estado Mayor del Ejército ucraniano también reconoció este miércoles en el parte matutino que las tropas rusas continúan su ofensiva en la región del Donbás, no obstante, aseguró que sus fuerzas han repelido por lo menos 12 ataques rusos.
A este respecto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció que “un bombardeo de tal envergadura no significa que Rusia tenga algún objetivo militar en esa zona” y calificó estos ataques de “arranque de impotencia” de los militares rusos que no logran alcanzar sus propósitos en el este del país.
Informes de inteligencia britanicos señalaron el peligro que corren alrededor de 40.000 soldados ucranianos si no se detiene el avance del Ejército ruso en Izium, donde tienen lugar los combates más intensos en el noreste del país.
Allí Rusia ha desplegado 22 grupos tácticos, según el último parte de los británicos, y si Rusia logra capturar Izium, buscaría tomar las ciudades de Kramatorsk y Severodonetsk, en un intento no solo de consolidar el control del noroeste del Donbás, sino para “dividir a las fuerzas ucranianas en la región” y cercarlas, señaló Londres.
Tropas de Ucrania quedan aisladas en Mariúpol
Con Información de Agencias