La orden emitida por el líder ruso Vladimir Putin de llamar a filas a 300 mil ciudadanos rusos para enviarlos a combatir a Ucrania, luego de la exitosa arremetida de las tropas ucranianas, ha causado un éxodo que este viernes se recrudeció tras el temor por la «leva» forzosa para la guerra.
Miles de ciudadanos de diversas partes de Rusia abarrotan las carreteras del país para tratar de escapar del que consideran un destino mortal, el Kremlin por su parte ha desatado de manera paralela una cacería de «desertores» en su desesperación por contener el avance de Ucrania.
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En varios lugares de la «poderosa» Rusia, este viernes los hombres rusos en edad de ser incorporados al ejército huían por multitudes atestando aviones y causando embotellamientos en los cruces fronterizos, a fin de evitar que puedan ser enviados a combatir en Ucrania después de que el Kremlin ordenó la movilización parcial de reservistas.
Según Yandex Maps, un servicio en línea de mapas ruso, filas de autos de hasta 10 kilómetros se formaron en un camino que conduce a la frontera sur con Georgia, en la frontera con Kazajistán eran tan largas, que algunas personas abandonaron sus vehículos y avanzaron a pie, tal como hicieron algunos ucranianos cuando Rusia invadió su país el 24 de febrero.
Mientras tanto en varios aeropuertos, decenas de vuelos de salida de Rusia (con pasajes a precios astronómicos) partían hacia Turquía, Armenia, Azerbaiyán y Serbia, países que no requieren visa para los rusos. Entre quienes llegaron a Turquía había un hombre de 41 años, con una maleta y una mochila y el plan de iniciar una nueva vida en Israel.
El hombre, que se identificó solamente como Yevgueny para evitar represalias contra sus familiares que permanecen en Rusia, aseguró que “Me opongo a esta guerra y no tomaré parte en ella. No seré un asesino. No mataré gente”.
Este mismo hombre, al igual que muchos de los que huyen de Rusia, consideró que el Presidente ruso Vladimir Putin es un “criminal de guerra”, y al igual que muchos, dice que escapa no por cobardía, sino porque consideran injusta la guerra de Putin contra Ucrania.
Este escape masivo de potenciales «carne de cañón» con los cuales Vladimir Putin pretende contener la contraofensiva de Ucrania, significa un duro revés para el líder del Kremlin, quien ya no cuenta con el apoyo ni de sus propios ciudadanos.
Y es que, en su ambición por mantener los territorios invadidos a Ucrania desde hace ocho meses, Putin a recurrido a la estrategia Stalinista de castigar a sus propios ciudadanos que se niegan a pelear en su guerra particular.
Tal como lo hiciera el «carnicero de Moscú», quien ordenó disparar a los soldados que dieran un paso atrás en el combate, Putin ha ordenado a sus servicios de inteligencia perseguir a los ciudadanos que están escapando de su locura homicida.
Se sabe que muchos rusos huyeron a la vecina Bielorrusia, pero esto significa un riesgo, ya que se trata de un aliado estrecho de Moscú. Pues el diario Nasha Niva informó que los servicios de seguridad bielorrusos recibieron la orden de rastrear a los rusos que huyen de la conscripción a hoteles y departamentos rentados y denunciarlos a las autoridades rusas.
El panorama en países europeos occidentales es diferente, pues igual que lo hicieron cuando los ucranianos huyeron, funcionarios del gobierno alemán expresaron el deseo de ayudar a los desertores rusos y reclamaron una solución europea.
Nancy Faeser, vocera del ministerio del Interior alemán señaló que “Los que enfrentan con valor el régimen de Putin y con ello corren un gran peligro pueden pedir asilo en Alemania por razones de persecución política”.
Por su parte, Maximilian Kall, vocero del gobierno, agregó que los desertores y los que se niegan a la conscripción recibirán estatus de refugiados en Alemania si están en peligro de sufrir la represión, pero que cada caso se examinará individualmente.
Con Información de Agencias
Esta entrada fue modificada por última vez en viernes, 23 de septiembre, 2022
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