José María Morelos.- Los campesinos de la zona maya ahora no solo andan armados por si algún animal de monte se les atraviesa en el camino y les pueda servir para el auto sustento, ahora lo tienen que hacer para mantener su seguridad y la de sus familias, esto ante la presencia de vehículos y camionetas sospechosas en los caminos rurales.
Abelardo Torres Jiménez es un campesino que recorre kilómetros por la carretera rural que conduce a Naranjal, en donde se ubica su milpa, por lo que ahora señala que su escopeta calibre 12 es un arma para la seguridad de su vida y la de su familia.
“El arma es necesaria para la milpa hay animales peligrosos, pero ahora la cargamos porque he visto carros sospechosos y mejor ando con mi escopeta para estar seguro”, dijo el campesino.
Él afirma que la seguridad de los caminos de acceso es insuficiente, pues aunque José María Morelos es un municipio tranquilo, sobre puntos de la geografía municipal existen vías que se tornan complicados en su circulación.
Expone que en su andar, ha procurado no lidiar, ni mucho menos cuestionar a los conductores de estas unidades a dónde se dirigen, esto, afirma se ha ido evidenciando en los últimos seis meses.
El labriego quien vive en la zona maya, afirma que su estilo de vida no ha cambiado, sigue levantándose desde temprana hora pero las condiciones de seguridad tienden a cambiar por la presencia de vehículos extraños.
Él seguirá trabajando su milpa, no demuestra miedo pero sí prevención y por eso el arma que postra en su espalda, ahora se ha vuelto su fiel compañera.