José María Morelos acató el toque de queda que fue anunciado por el Cabildo en fechas pasadas; e fin de semana sorprendentemente de ser una ciudad envuelta entre ciudadanos, al punto de las nueve de la noche se volvió inoperante.
Fueron decenas de comercios que bajaron sus cortinas previo a las 9 de la noche, salvo farmacias, gasolineras y escasas tiendas de alimentos que esperaron hasta las 10 para empezar a generar planes de venta; por parte de la sociedad, muy pocas almas se observaron a las afueras de sus hogares, quienes lo hacían eran exhortados.
La Policía Municipal en su momento redobló vigilancia en cada uno de los puntos de la ciudad, empezó sobre la avenida principal, luego en colonias populares, a cada ciudadano se le invitaba retornar a su dominio, luego se le exhortaba y si reincidía se optaba por tomar medidas.
José Maria Morelos a partir del viernes y hasta nuevo aviso se vuelve una ciudad que en punto de las nueve de la noche queda desértica, solamente algunos vehículos de personas foráneas que transitan y continúan con su travesía; a éstos, de la misma forma se les exhorta a la prevención.
El gobierno municipal ha sido reiterativo en las recomendaciones de la Secretaría de Salud y de la Organización Mundial de la Salud, el propósito es emplear disciplina sanitaria.
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