A pesar de la crisis por la pandemia del Covid-19, los campesinos no bajan la guardia e iniciaron con la siembra de dos mil plantas de chile habanero en un centro de producción, ubicado en la zona este del ejido de Kantunilkín.
César Balam Chimal, productor del ejido de Kantunilkín, afirmó que en este 2021 empiezan a reactivarse la economía de las familias, a pesar del problema de salud, ya que se apoyan a través del programa implementado por el gobierno federal “Sembrando vida”.
De igual forma, dijo que si las condiciones climáticas lo permiten, en tres a cuatro meses estarían viendo el fruto de su trabajo, ya que reconoció que lo que afecta las actividades del campo son los elevados costos de los fertilizantes, herbicidas y fungicidas.
Recordó que el año pasado no fue nada halagador, porque los huracanes y tormentas tropicales devastaron los plantíos de papaya maradol y hasta la fecha no se han logrado recuperar, porque ahí los costos de operación son elevadísimos.
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