Después de 13 días de infructuosas labores de rescate de los mineros atrapados en una mina de Sabinas, Coahuila, y de los reclamos de los familiares el pasado sábado 13 de agosto, las autoridades mexicanas por accedieron a aceptar la ayuda extranjera.
Ese día, en medio de recriminaciones por lo que consideraron tiempo perdido, los familiares de los mineros del predio ‘El Pinabete’, en la Villa de Agujita, exigieron a el Gobierno de México que se usara cualquier medio para rescatar a los hombres atrapados.
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Y es que a casi dos semanas de que se iniciaron los trabajos con la finalidad de sacara a la superficie a los diez trabajadores, los militares de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) encargados del rescate, no han logrado siquiera acceder a la zona donde teóricamente se encuentran atrapadas estas personas.
Sin embargo, los últimos cuatro días, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, en representación del gobierno federal ha recitado a los medios la misma historia: que ya «casi» se logrará el rescate.
Finalmente, este martes han anunciado que buscarán la asesoría de dos empresas extranjeras, una con sede en Alemania, y otra en Estados Unidos, para determinar cual es la que puede brindar una mejor opinión en el rescate.
Pese a que tras la prologada permanencia de los obreros bajo el subsuelo de Sabinas, augura un triste desenlace para los mineros y sus familiares, estos últimos parecen haberse resignado y aunque conservan la esperanza de volverlos a ver con vida, por lo menos desean recuperar sus restos.
Una de los familiares de los trabajadores de la minería atrapados, Magdalena Montelongo Pérez, señaló que “Nunca es tarde, pero mi temor es que no nos lo vayan a dejar ahí sepultados. Que nos los entreguen, vivos o muertos, pero que no se vayan a quedar ahí”.
Magdalena, hermana de uno de los atrapados, señala desconsolada como las esperanzas se han ido poco a poco “Me da mucha tristeza ver, ya ni como al principio verdad. Al principio teníamos mucha esperanza de que los sacaran; yo me sentaba aquí y creía verlo venir a mi hermano. Ahorita ya lo ve uno todo incierto, no sabes qué va a pasar”.
Para los familiares, reprochar que desde un principio ellos sugirieron lo que hoy las autoridades pomposamente denominan «nueva estrategia», ya no importa. El enfoque ahora es por lo menos recuperar sus restos.
Y aunque los familiares no se muestran desagradecidos con el esfuerzo de los rescatistas mexicanos, si acusan la grave negligencia de las autoridades al no haber aceptado la ayuda extranjera a tiempo.
“Yo pienso que se tardaron, verdad, en tomar esta decisión. Podían haberlo hecho desde antes. A lo menos para ahorita pues ya lo tuviéramos fuera, pero como no querían ayuda. Yo no digo que no estén preparados los ingenieros de aquí de México, pero a lo mejor para un siniestro como este, entre más opiniones tengan verdad, pues es mejor, no los desmerece a ellos y otra de las cosas también que, pues ellos no aceptaban opiniones, ni ayuda de nadie” lamentó Magdalena.
Con Información de Agencias
Esta entrada fue modificada por última vez en martes, 16 de agosto, 2022
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