Luego de horas de debate, la Cámara de Diputados aprobó la nueva reforma educativa y la turnó al Senado de la República para su análisis y ocasional ratificación.
Y es que durante la discusión, los diputados eliminó 40 de las 41 propuestas de modificación y admitieron únicamente una, la cual fue presentada por la legisladora de MORENA, Reyna Celeste Ascensio, la cual consiste en incluir la educación sexual en los planes y programas de estudio.
Eso sí, antes de eso con los votos del grupo parlamentario del PAN, así como de ocho diputados de Morena, una del PRI y una más del PT contra el dictamen, la Cámara de Diputados aceptó en lo general la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para abrogar la enmienda constitucional en la materia impulsada por Enrique Peña Nieto y aprobada por el Congreso de la Unión en 2013.
De este modo, Morena y sus aliados del PES y PT, en conjunto con las bancadas del PRI, MC, PRD, PVEM y los ex perredistas de la llamada “bancada independiente” acreditó el proyecto.
“No hay lugar para la desconfianza o la descalificación de lo que hoy se apruebe aquí. Hay que ponerlo en sus términos, esta reforma es un logro histórico que honra a los caídos y a los perseguidos en la larga lucha del magisterio. Se resarcirán, por la vía constitucional, todos los agravios y habrá reinstalación y justicia”, proclamó el coordinador de Morena, Mario Delgado.
Aunque por otro lado, los legisladores del PAN rechazaron la reforma constitucional: “Se introduce un artículo décimo sexto que es peligrosísimo y que no era objeto de la reforma y que quiere precisar el alcance del régimen laboral y deja preocupaciones para poder eventualmente introducir prácticas que puedan consolidar la corrupción, el tráfico de plazas, la venta de plazas y el tráfico de personas”, acusó el coordinador, Juan Carlos Romero Hicks.
De igual forma, estiman la desaparición del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), para sustituirlo por un Sistema de Mejora Continua de la Educación, al tiempo de eliminar las evaluaciones docentes y establecer, en cambio, procesos de admisión, promoción y reconocimiento a los maestros, pero sin poner en riesgo su permanencia en el servicio.
Finalmente, la reforma modificar el concepto “educación de calidad” por “educación de excelencia”.
Fuente: Milenio
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