Hace diez días el dueño de Gin Group, Raúl Beyruti, se encargó casi personalmente de que se supiera en todo el círculo rojo que se alejaba de la emisora FM Central, que es encabezada por el periodista Pedro Ferríz de Con. Los medios donde tiene participación se encargaron de promover el dato pero el verdadero interés de Beyruti era que la novedad llegara hasta Palacio Nacional.
Ferríz de Con tiene un perfil marcadamente opositor a la 4T y Beyruti quiso que su alejamiento de dicha emisora fuera leído como un gesto para con Andrés Manuel López Obrador. Desde el momento de la noticia comenzó a buscar con insistencia una cita en Palacio Nacional.
No hubo respuesta. A lo sumo se le recomendó un encuentro con Alfonso Romo, que suele ser el destinatario de las cuestiones inconducentes que suceden en la cima del Gobierno.
Beyruti está bajo fuego por las leyes anti-outsourcing que impulsa López Obrador. Para colmo, Claudia Sheinbaum lo señaló como el organizador de protestas que derivaron en acciones violentas en la CDMX.
A esto se agrega, como reveló LPO, que en la familia de empresario sobrevuela la idea de que este se aleje de los negocios para evitar un choque frontal con el Gobierno.
El dueño de GIN Group parece haber ingresado en ese listado mínimo de hombres de negocios, como Claudio X. González o Valentín Diez Morodo, cuya relación con el oficialismo ya luce irremontable.
El consejero de ultrarricos
Díez Morodo es el consejero de los ultrarricos, fue uno de los artífices de la mayor venta de una empresa mexicana a una extranjera: la de Grupo Modelo a AB InBev, por 20 mil 100 millones de dólares, en el 2013, y ahora forma parte del consejo que negoció lo que será la tercera adquisición más grande de todos los tiempos: la de SAB Miller por parte de ABI, operación que podría significar más de 110 mil millones de dólares.
Este empresario mexicano, descendiente de españoles, es el consejero por excelencia de la clase empresarial del país.
Su nombre figura en más de 30 consejos de administración de grandes corporativos, instituciones y museos.
Pese a que es políticamente correcto, pues también juega el rol de cabildero, es común verlo hacer bromas con sus conocidos y hablar sin tapujos sobre cómo logró que “en México y 180 países la cerveza fuera Corona”.
Un día, en la presentación de un libro en la Universidad Iberoamericana –su alma máter–, contó la historia de la publicitada imagen en la que aparece una rodaja de limón en la boquilla de la cerveza Corona: “La idea se les ocurrió a dos estudiantes de Austin y San Diego y luego les plagiamos esa fórmula que tan buen resultado nos dio, pues fue el medio de introducción en prácticamente todos los mercados del mundo”.
Con información de https://www.lapoliticaonline.com.mx/nota/133365-beyruti-dejo-de-invertir-en-la-radio-de-ferriz-pero-amlo-no-lo-recibe/
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