Se suman al #8M (en el Día Internacional de la Mujer) mujeres que apoyan a víctimas de ataques con ácido, exigen tipificar las agresiones cáusticas como tentativa de feminicidio.
Anoche, sobre la fachada de Palacio Nacional, se proyectaron los nombres de las mujeres que han sido víctimas de ataques con ácido: “No soy una estadística: Kari”, “Yaz, sobreviviente de tentativa de feminicidio”, “Ana Karen, 4 años de impunidad”, “Gabriela, Blanca Edith, María Luisa, Kenny, las recordamos”.
La convocatoria para denunciar la impunidad que prevalece en la mayoría de estos casos fue hecha por la Fundación Carmen Sánchez (nombre de quien también fue víctima de este tipo de ataque en 2014). Víctimas y mujeres solidarias se juntaron para gritar sus denuncias en el Zócalo capitalino. A nombre de las afectadas, Martha Ávila –atacada por su yerno, quien buscaba venganza de la separación con su hija– comenzó su intervención: “Nunca pensé que me pasaría a mi”, preámbulo que sirvió para hacer un llamado a la solidaridad con las mujeres que se han visto afectadas por este tipo de agresiones que, demandó, deberían tipificarse como “tentativa de feminicidio”.
“Se requiere de una presión social para poner fin a este tipo de agresiones a las mujeres, porque no son escuchadas por las autoridades que la siguen considerando como lesiones.” Ávila pidió que se establezcan protocolos en los hospitales para una debida atención a estas heridas, así como capacitar al personal médico para estas urgencias.
En entrevista, Carmen Sánchez se asumió como sobreviviente de un intento de feminicidio ocurrido en 2014 y detalló que en 2021 promovió la creación de una Fundación para apoyar a todas aquellas mujeres afectadas por estos ataques.
Ximena Canseco, vicepresidenta de la organización, comentó que ya son 32 mujeres las que han sufrido esta agresión, cuatro de ellas fallecieron, por lo que se sumó a la exigencia de que el Estado asuma cambios en la legislación para que los agresores no sean acusados sólo de lesiones, sino de intento de feminicidio.
Voces de las víctimas de ataques con ácido
Aunque se le considera una de las agresiones más brutales contra la mujer, el ataque con ácido ha sido tipificado como delito autónomo sólo en Oaxaca. En otras entidades, como la capital del país y el estado de México, únicamente es considerado un agravante del atentado. En el resto del país es aún peor, pues se le incluye en el rubro de lesiones. Y aún más: son clasificadas como aquellas que tardan en sanar menos de 15 días.
Este vacío legal abre la puerta a la impunidad en los casos de 32 víctimas de ataque con ácido desde 2001, según el registro de la Fundación Carmen Sánchez, señala Ximena Canseco, su vicepresidenta.
La fundación fue creada hace poco más de un año para ofrecer apoyo legal, médico y sicológico a estas mujeres. Se trata sobre todo de trabajo voluntario: doctores que realizan intervenciones sin cobrar honorarios, algún hospital que dona el tiempo de quirófano, tatuadoras que regalan su talento para colocar flores en los espacios dañados y la obtención de recursos para los insumos médicos necesarios.
Esmeralda Millán es sobreviviente de un intento de feminicidio por parte de su ex pareja. Gracias a la Fundación Carmen Sánchez, ha podido ser operada en numerosas ocasiones. Hace unas semanas fue la más reciente intervención quirúrgica. La operación fue posible gracias a que el centro médico Zafir y el doctor Diego González donaron el espacio en las instalaciones y la labor.
La clínica dermatológica Isela Méndez lleva años ofreciendo tratamientos gratuitos a mujeres víctimas de ataques con ácido. Una de ellas, Gloria, viaja desde Querétaro para sus sesiones mensuales.
Elisa Xolalpa, originaria de Xochimilco, planea ser tatuada, gracias a la Fundación Carmen Sánchez.
El pasado 20 de febrero, un grupo de mujeres, convocadas por la fundación, se encontraron en el Zócalo capitalino y proyectaron sobre Palacio Nacional los nombres y rostros de mujeres atacadas con ácido.
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