Fuerzas especiales del Ejército desactivan 250 minas en Aguililla, Michoacán, ha habido 3 explosiones uno de esos artefactos mató a un hombre; aseguran que cárteles los “siembran”.
Ahí, elementos de las fuerzas federales aseguraron un campamento improvisado y vehículos. A través de las redes sociales, la Secretaría de Seguridad Pública del estado informó que, durante uno de los operativos de vigilancia interinstitucionales, se logró el aseguramiento de 2 vehículos con blindaje artesanal y un campamento improvisado.
Los utensilios eran utilizados por una célula de la delincuencia organizada que opera en la zona. El campamento fue destruido y los vehículos fueron puestos a disposición de las autoridades. No hubo personas detenidas. Las autoridades iniciaron una carpeta de investigación para buscar a las personas que ocupaban el campamento.
De igual manera, al inspeccionar una zona serrana de la comunidad denominada Rancho El Montoso, se localizó el segundo vehículo con blindaje artesanal y un campamento improvisado. Una vez realizadas las labores correspondientes, las dos unidades vehiculares, así como el campamento ilícito fueron destruidos, para posteriormente dar vista a la autoridad competente a efecto de llevar a cabo las diligencias correspondientes.
En el mismo sentido, las Fuerzas Armadas desactivaron al menos 250 explosivos caseros en los municipios de Tepalcatepec, Colacomán y Aguililla. El pasado 31 de enero, cerca de la localidad de Loma Blanca, estalló una mina “hechiza” cuando un vehículo militar pasaba por la brecha que comunica con la cabecera municipal de Aguililla. El conductor del camión militar resultó lesionado de una pierna.
El pasado 13 de febrero, otra mina explotó cuando un padre y su hijo cruzaban por una parcela en las inmediaciones de la tenencia de El Aguaje, ubicada entre Apatzingán y la cabecera municipal de Aguililla. Trascendió que otro explosivo detonó hace dos semanas a unos 10 kilómetros de la población de Aguililla, lo que provocó la muerte de tres vacas. Se informó que fue en las inmediaciones de Naranjo de Chila, municipio de Aguililla ubicado a unos 45 kilómetros de Apatzingán.
De acuerdo con medios locales, estos operativos han obligado a integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a replegarse y trasladarse a Colima en un “efecto cucaracha”, donde mantienen una disputa contra Los Mezcales, grupo criminal que rompió su alianza con la organización, incrementando la violencia en la entidad.
En 14 días se inhabilitaron 250 minas en caminos de la región de Tierra Caliente en Michoacán, las cuales habían sido previamente enterradas por grupos criminales.
A la fecha tres artefactos han explotado: el primero el 31 de enero contra un vehículo blindado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que dejó un soldado herido en Apatzingán. El segundo, el 13 de febrero, en donde un campesino murió y su hijo resultó gravemente herido.
El tercer caso registrado de la activación de minas ocultas por el crimen organizado fue en la comunidad de La Alberca, Apatzingán, en el que tres vacas murieron.
Los dispositivos son destruidos, pero no son puestos a disposición, ante el riesgo que implica su traslado. La tarea se mantendrá durante las próximas semanas, especialmente en donde se han detectado campamentos.
Regularmente estos sucesos ocurren en países que se encuentran en medio de conflictos bélicos o azotados por el terrorismo, pero en México no era algo común hasta ahora.
Este tipo de explosivos son colocados en territorios que disputan el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el grupo criminal Los Viagras.
Un militar, quien prefirió reservar su identidad, aseguró que él ha desactivado más de 25 minas en la región donde opera el CJNG y explicó que existen ciertos artefactos caseros que pueden ser activados mediante un celular, por la presión o al mezclarse dos sustancias químicas.
Otro tipo de dispositivos que han generado destrucción y pánico entre pobladores de Tierra Caliente en los últimos meses, son los drones cargados con explosivos utilizados frecuentemente por organizaciones del crimen organizado.
Según elementos que realizaban un operativo en la población de Naranjo de Chila, Aguililla, con dirección a la localidad de Acatlán, para evitar que los dispositivos provoquen decesos o lesiones de civiles, primero “peinan” la zona.
Cuatro oficiales buscan indicios, como cables que sobresalgan en el terreno, los cuales están conectados a una fuente de energía (una batería o radio). En caso de que confirmen el hallazgo de una mina, la zona es asegurada.
Luego, con un detector de metales realizan una inspección, a fin de confirmar o descartar riesgos. Si emite señales, entonces se amplía el perímetro y un especialista con traje blindado de 55 kilos se acerca para determinar el tipo de dispositivo, ubicar la fuente de energía y desactivar la mina.
Finalmente, el aparato es destruido de forma controlada para eliminar los riesgos a la población y los elementos de seguridad. Un proceso similar al que ocurre con los vehículos llamados “monstruos” que no se aseguran y solo se informa a la Fiscalía General del Estado (FGE) para luego desmantelarlos con maquinaria pesada, a fin de evitar que puedan ser usados de nuevo.
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Esta entrada fue modificada por última vez en lunes, 21 de febrero, 2022
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