Karime Macías, la esposa del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, es uno de los grandes pendientes en el caso; durante la audiencia del pasado miércoles salió a relucir como una de las cabezas de la red de lavado de dinero que dirigió Duarte.
Antonio Tarek Abdalá, extesorero estatal, declaró ante la Procuraduría General de la República, que la esposa de Javier Duarte, era quien decidía la asignación de contratos en Veracruz.
Durante un testimonio reproducido en la audiencia en que Duarte fue condenado a 9 años de prisión, el extesorero dijo que “sabía que se usaban empresas fantasma y también sabía que era Karime Macías la que decidía en varias ocasiones a quién darle un contrato público”.
Usaban empresas fantasmas para desviar recursos
Dijo que entre las empresas fantasmas de utilizaban, estaban Diseños Tevet y Trajan Constructores.
Además asegura que usaban a las secretarías de Seguridad Pública, de Agricultura y de Desarrollo Social para evitar que la responsabilidad recayera en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan)”.
Tarek Abdalá, mencionó que esta situación era aprovechada para seleccionar a grupos empresariales fantasma, que beneficiarían u ocultarían el desvío millonario de recursos públicos que debían ser destinados a rubros como la educación, salud y el desarrollo agropecuario.