Ciudad de México.– La doctora Cristina decidió hace tres años mudarse junto con su esposo de Saltillo, Coahuila, a la Ciudad de México. Allá, en medio de balaceras, su consultorio no tenía letrero y atendía sin bata. Entre colegas optaban por llamarse por el nombre de pila para ocultar su profesión. Los miembros del crimen organizado, dijo, se llevan a los médicos para que los curen tras enfrentamientos. En tierra narco, ella trabajaba a escondidas.
“Llegaban a veces a tocar [la puerta de la casa-consultorio] y tuvo mi esposo que negar muchas veces que era médico para que no hubiera problemas, porque si se lo llevan a uno, no regresa. Y si regresa, ya saben los demás que estás trabajando para ellos”, evocó.
En Saltillo cobraba 300 pesos la consulta más medicamentos. En la capital del país labora en una farmacia donde cobra 35 pesos.
“Es una decepción que uno busca beneficiar a los demás y no puede encontrar el propio, porque resulta que ahora tiene que ocultar lo que es para poder trabajar. Eso es muy feo”, aseguró la médico.
“No somos parte del conflicto”
En medio de la falta de pagos de la Secretaría de Salud a médicos residentes en varios estados y el periodo de Colecta Nacional 2019, el sábado un comando armado amenazó a unos paramédicos de la Cruz Roja para que bajaran a un paciente de una ambulancia en Salamanca, Guanajuato, por lo que surgió la petición “No somos parte del conflicto”. El herido de arma de fuego previamente fue atacado sobre la Avenida del Trabajo.
En febrero de este año, la delegación de la Cruz Roja en Zihuatanejo, Guerrero, también suspendió el servicio después de que su Subcoordinador de Socorros, Daniel N, fue asesinado a balazos.
“Portar este emblema no nos da súper poderes. No nos convierte en ángeles sin alas. No nos vuelve resistentes a enfermedades y definitivamente no nos hace inmunes a las balas”, dice una voluntaria Cruz Roja en un video publicado este lunes, después de que el fin de semana cerraron los servicios de la delegación en Salamanca para cuidar la integridad de los voluntarios.
“No queremos que agresiones contra nuestra persona o hacia nuestra ambulancia se vuelvan una constante porque afecta nuestra labor humanitaria que te beneficia a ti y a miles de personas”, dice otro paramédico.
La Cruz Roja Mexicana, con presencia en el país desde el porfiriato en 1910 como parte de un movimiento internacional, ha auxiliado a heridos desde la Revolución y tras fenómenos naturales como huracanes o terremotos. Este 2019, de marzo a mayo, su meta es recaudar más de 360 millones de pesos para seguir trabajado en programas humanitarios. El año pasado los más de 46 mil voluntarios ofrecieron más de 5 millones 748 mil atenciones médicas y más de un millón 395 mil servicios de ambulancia totalmente gratuitos.
“No son casos aislados”
El movimiento #YoSoyMédico17, que nació en 2014 para defender a 16 doctores señalados de negligencia en Jalisco, ha contabilizado al menos 70 ataques contra personal médico en los últimos cinco años, expuso Julio Bueno, el fundador en Jalisco. Entre ellos, grupos armados que se meten a hospitales para rematar a pacientes o asaltos-secuestros a doctores porque se piensa que tienen “mucho dinero”.
No considera que sean “casos aislados”, como le dijeron los funcionarios de la Secretaría de Salud del gobierno pasado.
“Ya son tantos casos aislados que nos preocupa que no se tome con seriedad que estén amenazando o matando médicos en este país. Fácil he hecho una lista de 70 médicos o enfermeras asesinados en los últimos cinco años desde que inicié el movimiento. Ya no son casos aislados”, afirmó.
SinEmbargo buscó en reportes de prensa y halló de 2014 a los primeros tres meses de 2019 al menos 58 casos de asesinatos de doctores y enfermeras en su consultorio, en su casa o en su carro, principalmente con arma de fuego durante asaltos en municipios de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Morelos, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua, Yucatán, Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Jalisco, Sinaloa, Nuevo León, Baja California, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Michoacán y Durango.
“Han habido varias agresiones afuera de los hospitales porque no hay seguridad (los policías, describió, son de avanzada edad sin capacitación para combatir un ataque). La gente los ve y los asalta. Varios grupos armados se meten a los hospitales a rematar a personas que han herido, a los médicos pasantes del servicio social los matan o los levantan”, aseguró.
“La inseguridad en el sector salud está a la orden del día. No ha habido freno ni con este Gobierno ni con el anterior. Las cosas se están haciendo mal”, acusó.
Paramédicos amenazados, agredidos y muertos
Tanto Julio de #YoSoyMédico17 como un paramédico de la Cruz Roja de la delegación Hidalgo, quien pidió anonimato, coincidieron en que también reciben ataques de los usuarios del sistema de salud por la falta de calidad en el servicio e infraestructura proporcional a la demanda, derivado de un problema estructural.
“Los pacientes también amenazan a los médicos. Se enojan si no se atiende de calidad”, dijo Julio. “Es el enojo que hay entre usuarios y profesional de la salud. Son esos pacientes que llevan 3 horas esperando y surge violencia en contra del personal”.
En un servicio en una colonia marginada de Pachuca, la unidad donde iba el paramédico de la delegación Hidalgo fue apredreada por los vecinos porque no llegaron rápido a atender a un hombre que lo golpearon en la cabeza.
“Un tipo le pegó con una varilla en el cráneo a otro. Estaban tomando y se pusieron mal. Se pelearon. Salió toda la familia. El señor sobrevivió, pero en el momento la gente reacciona con miedo y con ira. La gente lanzó piedras y botellas a la unidad, porque quería que el servicio fuera rápido”, recordó el voluntario.
“Hace poco en Guerrero mataron a un compañero. Estaban entregando ayuda humanitaria, llegaron los sicarios y ahí falleció. También en Sinaloa los bajaron de la ambulancia, los metieron a una choza, les dispararon y quemaron la choza. Y no pasó nada. A compañeros les han apuntado con un arma para que revivan a personas; no se puede, ni que fuéramos dioses. Y también no pasó nada”, expuso.
Ambos profesionales de la salud comparten el pesimismo.
“Es muy complicado y muy frustrante. No pasa de ser estadística de los asesinatos que pasan en el país, y no salimos de eso”, dijo el paramédico.
Julio, de #YoSoyMédico17, afirmó que la violencia contra los trabajadores de la salud es multifactorial, pero el problema es que no se atiende ninguna causa.
“¿Qué podemos hacer? ¿Volver a manifestarnos? Eso es lo que podemos hacer como profesional de la salud”, planteó. “Podemos hacer manifestaciones los residentes y los médicos de base, pero si las autoridades fingen demencia, cuándo vamos a mejorar respecto a lo que pedimos nosotros como profesionales y los pacientes como usuarios”.
“Al final el responsable de la seguridad de todos es el gobierno”, finalizó el paramédico en Hidalgo.
“Apuesta” de AMLO muy alta
El lunes, antes de que la Secretaría de Salud atendiera el atraso en los pagos de becas a residentes médicos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el mal servicio médico en su conjunto es herencia del periodo neoliberal, pero que en tres años, se comprometió, “la atención médica y los medicamentos van a ser gratuitos para todos los mexicanos y vamos a tener un servicio de salud igual que el de los países nórdicos, igual que el de Dinamarca, de Suecia, igual que el del Canadá”.
Expuso que se va a crear el Instituto de la Salud para el Bienestar para atender el problema de manera integral.
“Pero no puedo hacerlo de la noche a la mañana, porque va a implicar mejorar las 20 mil unidades rurales de primer nivel, va a implicar que funcionen todos los servicios de salud de segundo nivel, la atención hospitalaria y va a implicar mejorar la medicina especializada y que no falten los medicamentos”, estimó.
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