Por lo menos 25 autobuses y vehículos de algunas empresas fueron «incautados» por un grupo de estudiantes normalistas en Michoacán, con los cuales se desplazaron a Morelia donde vandalizaron varios edificios y casonas.
Decenas de estudiantes de una escuela normalista protagonizaron actos de violencia, saqueo y vandalismo en distintos puntos del Centro Histórico de Morelia, como respuesta a un operativo de seguridad efectuado por fuerzas estatales y federales durante la madrugada del 15 de octubre de 2012.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes en formación para convertirse en docentes de nivel básico, se movilizaron en los vehículos tomados de manera ilegal. Estas unidades fueron utilizadas para desplazarse desde el sur de la ciudad hacia el centro, provocando un colapso vial a lo largo de la carretera Morelia-Pátzcuaro.
Los vehículos fueron sustraídos en los días previos en las inmediaciones de la Escuela Normal Rural “Vasco de Quiroga”, ubicada en Tiripetío, así como en tramos de las vías Morelia-Pátzcuaro y Morelia-Acuitzio del Canje.
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Las acciones escalaron alrededor de las 14:00 horas, cuando jóvenes encapuchados, algunos de ellos vistiendo el uniforme escolar, ingresaron a la zona urbana de Morelia y comenzaron una serie de ataques contra infraestructura pública y comercios.
Entre los inmuebles afectados se encuentra la sede del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán (STJEM), la cual fue blanco de cohetones, piedras y un intento de irrupción violenta mediante el impacto de un vehículo de la empresa Bimbo. Este camión había sido previamente tomado por la fuerza.
Durante su recorrido por avenidas principales como La Huerta y Madero Poniente, los normalistas rompieron cristales, realizaron pintas y causaron destrozos en restaurantes, tiendas de ropa, cafeterías y supermercados.
El grupo instaló un mitin frente a Palacio de Gobierno, donde también realizaron pintas en protesta por la actuación policial. Mientras tanto, elementos antimotines de la Guardia Civil se mantienen desplegados en la zona, aunque sin intervenir directamente hasta el momento.
El origen de esta movilización estudiantil se remonta al operativo simultáneo realizado por la extinta Policía Federal y la Policía Estatal en tres normales: Tiripetío, Cherán y Arteaga, las cuales también operan como albergues.
Durante dicho despliegue en el 2012, los agentes recuperaron 83 unidades de transporte que los estudiantes tenían retenidas —junto con sus choferes— como medida de presión para evitar cambios en el plan curricular.
El saldo del operativo fue alarmante: 13 vehículos incendiados, 9 policías heridos de gravedad y la detención de 176 jóvenes, quienes enfrentaron cargos por robo de uso y privación ilegal de la libertad.
Posteriormente, los detenidos fueron liberados y, pese a los hechos, recibieron plazas automáticas como maestros de preescolar, primaria y secundaria en el sistema educativo público estatal.
Con Información de Agencias
