Ciudad de México.- Dos padres de familia se encontraban en una fiesta, cuando de repente notaron que su bebé presentaba síntomas de fiebre, a lo cual sus amistades les aconsejaron una serie de remedios, entre los que estaba alcoholizar al bebé.
Los hechos fueron proporcionados por el Dr. Alberto Estrada Retes, quien relató a través de su cuenta de Facebook, un caso poco común, ya que unos padres de familia emborracharon por accidente a su hijo durante una convivencia.
En la publicación, el especialista mencionaba que unos padres de familia se encontraban muy preocupados porque su pequeño retoño de seis meses, empezó a tener temperatura a lo que él les recetó darle paracetamol para combatir los síntomas de la gripa.
El motivo por el cual el doctor les recetó lo antes mencionado, es porque hasta ese momento el niño únicamente tenía calentura y moco cristalino.
Sin embargo, al colgar la llamada, los padres continuaron en su reunión y efectivamente le dieron el paracetamol al niño. Pero horas después, el bebé empeoró.
Eran las dos de la mañana, cuando de nueva cuenta los papás le marcaron al Dr. Estrada, para señalarle que el niño había empeorado y necesitaban consultarlo, por lo que el doctor acepto en atenderlo con inmediatez, ya que sonaban muy preocupados.
Cuando los papás llegaron al consultorio, el médico enseguida le realizó una valoración al niño y notó que efectivamente había tomado la dosis correcta de paracetamol, pero tenía algo más.
Durante la llamada los señores le explicaron que el bebé respiraba muy despacio, se puso azul y hasta vomitó. Además de eso, lo notaban tembloroso, con sudoración extrema y grados de temperatura.
Debido a eso, el especialista los cuestionó sobre si le recetaron algo más y ellos afirmaron que no. Fue entonces cuando el doctor pudo notar que el niño presentaba un olor muy sospechoso y allí la mamá confesó que le untó alcohol para bajarle la fiebre.
El bebé lo que presentaba era intoxicación etílica, ya que los padres siguieron el «consejo» de una de amiga, el cual consistía en frotar al bebé con alcohol medicinal.
El doctor ante esa situación, explicó que el remedio sí le baja la temperatura, pero al evaporarse tan rápido, el alcohol se roba el calor de la piel, llegando incluso a absorberla.
Es decir, es como si el niño se hubiera tomado un trago de mezcal y no es juego, ya que causa depresión respiratoria, daño al hígado y puede tener consecuencias más graves.
Al final, afortunadamente no pasó a mayores el caso y el pequeño recuperó el color, la frecuencia respiratoria y la temperatura.
Pero lamentablemente, el médico le comentó a la mamá que: “el bebé estará crudo, así como usted comprenderá” esperando que los padres, hayan aprendido la lección.
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