Ciudad de México. – El confinamiento por la pandemia del Covid-19 no solo afectó la movilidad y la vida cotidiana de la población, también disminuyó la población de ardillas de Ciudad Universitaria (CU) en la UNAM.
Según, Guillermo Gil, encargado de flora y fauna en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, estos roedores que son muy comunes en los bosques del campus amenazaban la infraestructura eléctrica de la universidad y generaban diversos problemas en el ecosistema.
Además, durante la temporada de secas, las ardillas carecen naturalmente de alimento y la población se reduce, mientras que, en la temporada de lluvias, la población aumenta.
No obstante, este proceso de regulación natural se detuvo debido a la suspensión de las clases presenciales por la pandemia.
El flujo de la base estudiantil unos 360,000 alumnos y 40,000 profesores generaban desperdicios alimenticios que los roedores aprovechaban y favorecía su reproducción.
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Esta fuente de alimentos permitía que las ardillas llegaran a tener cerca de cinco ovulaciones anuales con cruzamientos.
Pero esta situación llegó a su fin con el confinamiento, ya que el desabasto de comida fue inminente para la sobrepoblación de ardillas universitarias.
“Empezó el olor a bicho muerto en algunas dependencias, porque muchas quedaron atrapadas al suspender las clases y clausurar los edificios”, añadió Gil.
De esta forma, además se acabaron las travesuras, pues dejaron de aparecer muebles roídos y la desaparición de materiales.
Gil, detalló que de una camada de seis ardillas sólo dos suelen llegar a la vida adulta en un contexto natural.
Sin embargo, con la intervención humana la camada completa sobrevivía.
Con información de: Mexicodesconocido