A los de Atlacomulco “los quiero mucho, pero no quiero ni estatuas ni calles con mi nombre”, reitero el Presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañanera.
Así, López Obrador dirigió esta mañana un mensaje a los habitantes de Atlacomulco, Estado de México, que levantaron una estatua con su figura que fue derribada durante la madrugada de fin de año.
Atlacomulco, tierra del expresidente Enrique Peña Nieto, votaba tradicionalmente por el Revolucionario Institucional (PRI), partido que ha mantenido el control del Estado y nunca lo ha soltado desde el Siglo XX. Pero en la última elección presidencial decidió darle la espalda y entregó el Gobierno local a Morena, la fuerza fundada por el Presidente López Obrador.
“A los que se organizaron e hicieron una estatua de mi persona [quiero] decirles que los quiero mucho y que les agradezco mucho por su iniciativa; que son mis amigos del alma, como millones de mexicanos; que son mis amigos del alma, que nos queremos mucho y que amor con amor se paga”, dijo el Presidente esta mañana.
Luego agregó: “Pero tomen en cuenta que yo he expresado que no quiero que pongan a calles, parques, bibliotecas, escuelas, mi nombre. Ni quiero, tampoco, que me levanten ninguna estatua. No quiero nada de eso. Lo he expresado varias veces”.
“Si ellos me hubiesen preguntado, seguramente los hubiese convencido”, dijo López Obrador.
“Como no lo hicieron, ellos mandaron a hacer esta estatua que derribaron. Eso es secundario. Lo importante es decirles que no se sientan mal, que yo les agradezco mucho por sus buenas intenciones pero que también me hagan caso porque no me gusta lo que tenga que ver con la vanidad o el culto a la personalidad”, agregó el Presidente.
“Estoy muy seguro de lo que estamos haciendo; me siento muy contento, soy muy feliz y todos los días me confieso con el tribunal de mi consciencia y me siento muy satisfecho de tenerle amor al pueblo”, agregó el mandatario.
El sábado 1 de enero se difundieron imágenes de la estatua de López Obrador en el suelo. No se sabe quién la derribó.
“Que la gente tenga su criterio sobre lo que ha representando y sigue representando mi Gobierno. Tenerle fe y confianza al pueblo. Yo siempre enfrento la creencia de que el pueblo es malagradecido. Los políticos corruptos dicen: ‘para qué le das al pueblo si no agradecen’. Y eso no es cierto. Eso puede darse arriba, con los potentados, que pueden ser amigos de mentira y enemigos de verdad. Pero el pueblo es muy leal. Siempre lo ha sido, el pueblo raso”, expresó.
“Arriba pueden actuar como se decía antes de manera coloquial, como ‘chaqueteros”, porque se quitaban y se ponían la chaqueta de moda, la que les convenía. Es ‘viva el rey, muera el rey’, así, con interés. En lo pobres no, en los pobres casi es amor eterno”, señaló.
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