Ciudad de México.– Antes de cumplirse los 100 días del Gobierno federal, el canal oficial de YouTube del Presidente Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en la principal vía de comunicación del Poder Ejecutivo federal con los medios de comunicación y con los ciudadanos, en un ejercicio inédito entre los presidentes a nivel mundial que ha detonado también su exposición mediática.
De acuerdo con un análisis realizado por esta Unidad de #MetaDatos –con información de Social Blande–, el canal oficial de YouTube de López Obrador superó en menos de tres meses las vistas que logró el ex Presidente Enrique Peña Nieto en seis años, al alcanzar el pasado 16 de febrero 79.51 millones de reproducciones. Los cálculos de especialistas marcan que, de seguir con este ritmo, el político tabasqueño alcanzaría el billón de vistas en 2022.
En estas primeras semanas, AMLO se ha beneficiado de las narrativas transmedia como ningún otro Presidente en México: aparece en YouTube de lunes a viernes en conferencia con la prensa nacional y los sábados y domingos durante las giras que realiza por todo el país; además, la versión estenográfica está disponible minutos después de que concluye la transmisión, las capturas de pantalla comienzan a fluir desde los medios de comunicación y los usuarios tienen la libertad de editar extractos del video que queda almacenado en el canal de manera permanente.
En redes sociales (RRSS) como Twitter y Facebook, el tabasqueño mantiene una presencia permanente: cuando AMLO no emite desde sus cuentas un posicionamiento oficial, hablan de él seguidores y opositores las 24 horas día, sin interrupción desde el pasado 1 de diciembre.
La proximidad del Presidente en las redes sociales sólo es comparable a nivel global con la que mantiene, desde que comenzó su mandato en 2017, el Presidente estadounidense Donald Trump a través de su cuenta de Twitter. Incluso la interface que eligió el mandatario mexicano como vía principal de comunicación es más eficaz en términos de audiencia que la de su homólogo estadounidense, debido a que el live stream video es uno de los medios de mayor impacto entre consumidores en el mundo.
De acuerdo con un estudio realizado por IAB.Trends, y publicado en 2018, el 67 por ciento de los usuarios de Internet en el mundo es consumidor de contenidos a través de esta vía, en tanto que en México este porcentaje alcanza el 65 por ciento de los usuarios.
El jueves pasado, por ejemplo, López Obrador acumuló 85:23 horas de transmisiones en vivo en su canal, lo que equivale a más de tres días continuos de lo que el Presidente ha llamado “diálogo circular” con los medios de comunicación.
Si bien esto implica una mayor presencia mediática del Presidente, y hasta el momento le resulta favorable, también implica vulnerabilidades, pues la interacción directa de la audiencia en tiempo real en las transmisiones se ha convertido en una ventana de oportunidad para la hostilidad hacia los comunicadores que asisten a estos eventos a realizar preguntas al Primer Mandatario.
El 24 de diciembre, a las 14:33 horas y desde la cuenta oficial de Twitter del Presidente (@Lopezobrador_) se emitió un mensaje atípico en estas primeras semanas de su Gobierno.
“Estoy recibiendo información de un accidente en Puebla por desplome de un helicóptero. Por confirmar que iban la gobernadora Martha Erika Alonso y el ex gobernador Rafael Moreno Valle. He ordenado a todo el gobierno actuar de inmediato”, informó AMLO.
La noticia del accidente en el que perdieron la vida el entonces Senador Rafael Moreno Valle Rosas y su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo, quien apenas días antes había tomado protesta como Gobernadora de Puebla, fue difundida por el Presidente minutos después de que ocurrieran los hechos. Esta tragedia es uno de los casos que ejemplifican la manera en cómo AMLO aprovecha la inmediatez para informar a través de las RRSS y dar seguimiento en tiempo real a coyunturas.
El empleo de las RRSS también es aprovechada por el Presidente para rectificar y corregir errores en cuestión de horas. Esta semana, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dio a conocer que los audios de la comunicación entre la aeronave en la que viajaban los Moreno Valle y la torre de control permanecerían reservados durante cinco años para no intervenir en las investigaciones que llevan a cabo expertos internacionales.
AMLO fue interrogado el miércoles tanto por la prensa como por usuarios de redes sociales sobre la veda a los audios, emitió su posicionamiento en contra y el jueves fueron totalmente liberados.
“No tenía yo conocimiento (…) mi recomendación es de que haya transparencia completa, yo voy a pedirle al secretario de comunicaciones que revise esto, a lo mejor es alguna norma, pero es más importante la transparencia”, dijo López Obrador.
Una revisión realizada por esta Unidad de #Metadatos sobre el tiempo de respuesta que mantiene López Obrador en temas polémicos, comparado con el del sexenio de Peña Nieto, mostró que el tabasqueño aceleró la respuesta del Gobierno federal a coyunturas de semanas a sólo cuestión de horas.
La exposición de López Obrador a través de las plataformas digitales es la última parte de un proceso que le tomó al Gobierno de México casi 20 años. Hasta 2018, la atención del Gobierno federal en las redes sociales estuvo más orientada en el monitoreo de usuarios que en mejorar la comunicación a través de ellas.
En un comparativo de los perfiles de Facebook de López Obrador y de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa, es perceptible que a los presidentes mexicanos les tomó seis años migrar del mensaje de texto al empleo de imágenes y videos. Sin embargo, el salto que se dio en los últimos tres meses fue más dramático y la comunicación se orientó casi por completo a los recursos audiovisuales.
El Gobierno de México lleva 17 años migrando al entorno digital. El portal oficial www.gob.mx fue registrado en el 2002, durante el sexenio del ex Presidente Vicente Fox Quesada. No obstante, fue en la administración del ex Presidente Felipe Calderón en que los gastos en redes sociales se elevaron a millones.
En el 2010, la estrategia de seguridad llamada Guerra contra el narcotráfico se encontraba en su punto más elevado en cuanto a las críticas que recibió este programa, por centrarse en el empleo de fuerzas militares y el incremento de la violencia en zonas con alta incidencia del crimen organizado.
En aquel año, el empleo de las RRSS por parte del Gobierno se encontraba en proceso emergente. Sin embargo, fue en el 2010 cuando se registró por primera vez un gasto de más de un millón de pesos en asesorías externas en esta materia.
De acuerdo con el Portal de Transparencia de la Presidencia de la República, la empresa Servicio Inter.net México, S.A. DE C.V. prestó a Felipe Calderón servicios de “asesoría en evaluación del impacto de la comunicación en la opinión pública en las redes sociales –contrato abierto–” entre el 23 de marzo de 2010 y el 31 de julio del mismo año, contrato con el que inició la lista de agencias especializadas en RRSS que han sido beneficiadas con múltiples contratos por el Gobierno federal.
El contrato con número ITP-006-008-10 fue por 800 mil pesos a través de invitación. El mismo servicio fue prestado por otra empresa que cobró 3 millones de pesos durante un periodo similar.
Entre el 29 de marzo de 2010 y el 31 de diciembre del mismo año, la empresa Lunave Multimedios, S.A. DE C.V. también analizó la opinión pública en las redes sociales. El contrato con número ITP-006-007-10 fue otorgado a esta agencia por medio de la figura de invitación a tres personas.
Las fechas de estos contratos coinciden con la polémica que desató el asesinato de 16 estudiantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, mientras que Calderón se encontraba de visita en Japón, así como la visita de Hillary Clinton para discutir la Iniciativa Mérida.
El gasto en servicios y asesorías de RRSS continuó con un protagonismo similar en el Gobierno de Peña Nieto.
Durante 2014, la oficina de la Presidencia volvió a generar múltiples gastos en esta materia. El periodo coincide con la desaparición de los 43 jóvenes de la Normal de Ayotzinapa, que tuvo lugar entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 y que implicó para Peña Nieto la mayor de sus crisis en el Gobierno federal.
Entre las agencias que realizaron monitoreos en Twitter y Facebook destaca la agencia IONC, S.A.P.I. DE C.V., que realizó varios reportes sobre la actividad en RRSS de usuarios que participaron en las discusiones sobre Ayotzinapa.
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