Una turbia relación de amistad entre quien fungió como ministerio público del caso y la novia de la víctima encubre lo que bien puede tratarse del crimen de un joven campechano de 28 años de edad y la Fiscalía de Campeche pretende hacer pasar como un suicidio, asegura la familia del infortunado.
La muerte del joven Mario Alberto Navarrete Esparza, de 28 años de edad, está envuelta en el misterio, el pasado 14 de septiembre fue encontrado muerto en su departamento en el centro de la ciudad de Campeche, luego de una discusión con su novia.
Sin una postura oficial por parte de la autoridad investigadora y una serie de deficiencias detectadas en la indagatoria provocaron que la familia de Mario interpusiera una denuncia penal contra Anel Guadalupe “N”, ministerio público de Campeche, y otros servidores públicos de la Fiscalía estatal, ante la sospecha de que “manipularon” la escena donde se encontró el cuerpo del joven y se “apresuraron” a decir que se trató de un “suicidio”, pasando por alto una serie de hechos que a su consideración apuntan al asesinato.
Las sospechas familiares se basan en la relación de amistad que la agente Anel sostiene con la familia de Alma “N”, novia de Mario y la última persona que lo vio con vida, además del estado en que se encontraba el cuerpo del joven cuando fue encontrado, con golpes en la cabeza, brazos, tórax y piernas, así como arañazos, que en opinión de su familia no son compatibles con el suicidio.
Además, la autoridad no consideró que horas antes del deceso Mario y su novia sostuvieron una discusión de la que fueron testigos dos primos del joven, así como el guardia del edificio donde vivían. Incluso, el vigilante tuvo que intervenir ante la queja de los vecinos por los gritos de la pareja. Tampoco se consideraron los antecedentes previos de violencia física y verbal que existían entre Mario y Alma, como la ocasión cuando la mujer le encajó unas tijeras en el pecho, de acuerdo con la familia de Mario.
Los familiares acusan a la agente del Ministerio Público de permitir la alteración de la escena del crimen, cuando ésta aceptó que un familiar directo de Alma ingresara al departamento para llevarse las pertenencias de la joven. Este hecho ocurrió dos horas después del deceso. A decir de Edwin Paz Esparza, hermano mayor de Mario, la persona que ingresó al departamento laboró como agente del Ministerio Publico en la Fiscalía y es amiga de Anel.
“Creemos que estamos frente a un problema de compadrazgo, dado que la agente de la Fiscalía que atendió el caso, es muy amiga de la familia de la novia de mi hermano… además, hemos recibido llamadas de amenazas pretendiendo amedrentar e intimidar para dar por cerrado el caso”, expuso.
A la denuncia interpuesta por la familia, se suma que la agente Anel Guadalupe no abrió una carpeta de investigación por los hechos ocurridos, sino que inició un “acta circunstanciada”, con lo que “se impidió detener a las últimas personas que tuvieron contacto con Mario”. Entre estos su novia, dos de sus primos y el guardia de seguridad del edificio.
“Con esta acción de iniciar un acta circunstanciada se impidió tomar muestras de ADN, muestras toxicológicas, raspado de uñas, etcétera; esenciales para investigar lo que nosotros creemos que pudo ser un homicidio”, dijo Edwin.
Asimismo, el lunes 17 de septiembre, tres días después de la muerte de Mario, Edwin recibió una llamada de una persona que dijo haber participado en el peritaje y ser conocido de su hermano, quien le advirtió que durante el peritaje se encontraron una serie de evidencias que desvanecían la hipótesis del suicidio, fortaleciendo la línea del homicidio.
Le dijo, por ejemplo, que la cuerda con la que supuestamente se encontró colgado a Mario presentaba indicios de que fue manipulada por dos pares de manos diferentes, esto a pesar de que en su declaración la novia del joven sostuvo que ella, sin ayuda de nadie, cortó la soga cuando lo vio suspendido.
La fuente también le dijo que en el departamento de la pareja se encontró una botella de whisky con restos de sangre, por lo que los peritos criminalistas sospechaban que a Mario lo golpearon en la cabeza con ese objeto, quedando inconsciente, por lo que posteriormente un par de personas tomaron una soga con la cual lo asfixiaron, de ahí que el cuello del joven presentara tres quemaduras en forma de anillo.
El portal de noticias web, “Animal Político”, investigó y contactó a la Fiscalía de Campeche para tener una declaración sobre el estatus de la denuncia interpuesta contra los servidores públicos de la institución que participaron inicialmente en esta investigación, pero hasta el cierre de la edición no se tenía una respuesta oficial del tema.
Para la familia de Mario es importante que la Fiscalía no descarte ninguna línea de investigación y se investigue el actuar de los funcionarios que iniciaron las indagatorias, pues lo único que buscan es conocer la verdad de lo ocurrido la madrugada del 14 de septiembre y de esa manera acabar con la duda que los aqueja desde hace dos meses: saber si la muerte del joven de 28 años fue un homicidio o un suicidio.
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