El Minotauro: La necedad de la epidemia. A la memoria de Francisco Verdayes. Pese al riesgo de parecer redundante, conviene reiterar que estamos al borde del confinamiento obligatorio y hasta ahora, con más de 130 nuevos casos por día, la mayoría en Cancún, todo hace suponer que para la semana por venir nos espera el rojo en el semáforo sanitario. Claro está, ojalá fallen los pronósticos, pero aun así la expansión del Covid en el Estado es alarmante.
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Los avisos al respecto del gobernador Carlos Joaquín, deben ser oídos, aunque pareciera que la sordera afecta a muchos, en especial en zonas populares de Cancún, donde se dan la mayoría de los casos. Hay razones que explican la incidencia -el sobrecupo de “peseras” y camiones urbanos, es una- pero ello no alivia el impacto epidémico; muchos se ven obligados a viajar en ellos, pues no tiene otra opción. Saben que apuestan su salud…
Las medidas dispuestas por el gobierno estatal para menguar la velocidad de contagio en Cancún y Chetumal, si bien adecuadas, por sí solas no son serán suficientes si no son secundadas por la propia comunidad. Ni con un policía en cada esquina se puede obligar a cuidarse a quien no desea hacerlo. Las ‘fiestas privadas’ en residencias de la ciudad turística, son una muestran de que tal patología no es privativa de clase social alguna. Necia que es la epidemia.
La posibilidad del aislamiento alarmó al empresariado del sur y norte de Quintana Roo; alegan que ello dañaría con severidad la economía estatal y pidieron de manera tacita que se ignore al semáforo sanitario. “Nos morimos por el Covid 19 o de hambre”, sentencian, mas olvidan que el primero en sufrir la recesión es el propio gobierno, con independencia de que el Estado no es una isla, sino parte de una Federación.
Como se anotó al principio, el comentario está dedicado a la memoria del periodista Francisco Verdayes, quien muriera recién víctima del Covid 19. Su temprano deceso a los 55 años, nos recuerda no sólo nuestra fragilidad ante la epidemia, sino también la expansión de la propia epidemia. Como se podrá suponer no se usó aquí la voz necedad como sinónima de terquedad o insistencia…
El Minotauro: La necedad de la epidemia