Sandra Romero - Romería
El partido Morena no decepciona a aquellos que creen que llegará al día de la jornada electoral, el 6 de junio, sumido en la misma rebatinga por las candidaturas a los cargos de elección popular.
El epicentro ahora de los conflictos internos es el sur, en Chetumal, capital del estado, donde la noche del lunes el Instituto Electoral de Quintana Roo aprobó la candidatura de Yensunni Martínez como aspirante a la Presidencia Municipal de Othón P. Blanco, en sustitución de Luis Gamero Barranco.
Y es que nadie sabe para quién trabaja, y esa aplica precisamente en ese partido donde Luis Gamero inició campaña, aparece en la boleta electoral, pero de no ocurrir nada contrario a lo aprobado por la autoridad electoral y ganar la elección, será Yensunni la que se siente en la silla de la Presidencia Municipal, precisamente la que lo acusó de violencia política de género, con la consecuente pérdida de la candidatura.
Claro que Gamero y compañía no se quedaron de brazos cruzados, realizaron una gran manifestación, condenaron el hecho y prometieron ir a tribunales para recuperar la candidatura, ya sea en la figura de Gamero o de su suplente.
Tal alboroto e inconformidad obviamente impacta en la militancia de ese partido, la que apoya a uno u otro candidato, la que se moverá el día de las elecciones y podría verse desencantada con la guerra intestina en ese partido que, lejos de parar, se intensifica, al menos en el sur de la entidad.
La cosa es distinta en el municipio de Benito Juárez, Cancún, donde la candidata Mara Lezama fortalece y afina detalles de la estructura para el llamado día “D”.
Pero no solo Gamero se va al barranco, todo indica que le sigue José Alberto Alonso Ovando, candidato a diputado del D2 por “Va por México”, por violencia política de género contra la diputada Judith Rodríguez Villanueva.
Ovando y “Candy” Ayuso hicieron fuertes declaraciones contra Rodríguez Villanueva cuando dejó la bancada del PRI y se adhirió al Partido Verde, las cuales ahora le cobran la factura a Alonso Ovando con la posible pérdida de la candidatura.
Así las cosas a días de la conclusión de las elecciones más grandes, violentas y judicializadas del país, en las que, por cierto, votarán 93 millones 935 mil 39 ciudadanos, de los cuales el 52% son mujeres. Hasta la próxima.
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