Mesa Chica

El papel de Rafael Marín en 2022. ¿Gubernatura o poder tras el trono?

En estas semanas posteriores al 6 de junio, diversos opositores a Mara Lezama, exprimieron al máximo su imaginación para encontrar nombres que pudieran pelearle a la alcaldesa de Cancún la candidatura a la gubernatura en 2022.

Ese ejercicio, que es válido, al fin concluye en un sólo lugar: a cómo están los números hoy, solo desde Morena podría surgir un nombre diferente. Y, afinando más el lápiz, el único nombre que tiene la estatura política suficiente parece ser el de Rafael Marín.

Para que se entienda: eso no significa que otros actores políticos no estén a la altura del reto, porque ciertamente existen políticos de ese nivel en Morena y en la oposición. Pero el tema pasa más bien por una conjunción de factores que incluye a los poderes reales y fácticos, que parecen encolumnados detrás del proyecto de Mara.

En ese contexto, el único nombre que pudiera reemplazar el “proyecto Mara” sin que se moviera un ápice todo ese apoyo y esos acuerdos, es el de Rafael Marín.

Hay quienes dicen que Rafa Marín puede ser la verdadera carta guardada para la gubernatura en 2022. Su cercanía personal con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la enorme influencia que tiene en el lopezobradorismo local y nacional, harían que su nombre prácticamente no generara discusión alguna al respecto.

Además, como ya se dijo, todo el entramado de poder que hoy arropa a Mara Lezama no tendría problema alguno si el nombre a apoyar fuese el de Rafael Marín. Es más; él es una pieza fundamental para que ese entramado de poder se haya construido alrededor de la alcaldesa.

Rafael Marín es un aliado fundamental de Mara. La alcaldesa no toma una sola decisión política o de gestión importante sin consultarle o hacérselo saber a él. Mara tiene muy claro cuál es la estructura de poder formal y fáctico dentro del lopezobradorismo. Sabe que si algún día Rafa Marín le dice que quiere ser gobernador, lo que va a estar escuchando es la voz de AMLO. Y no habrá nada que oponer a esa decisión.

En ese sentido, son muchos los actores políticos locales que le han preguntado a Marín si quiere ser gobernador. Invariablemente, la respuesta es que él no quiere ir por ese puesto, porque su encomienda en la 4T es otra. Como se sabe, es el encargado del proyecto del Corredor Transístmico, uno de los proyectos bandera de la 4T, junto al Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería Dos Bocas.

Pero aún quienes reconocen que Marín tiene ocupaciones muy claras dentro del proyecto del presidente, dicen que esas palabras no se condicen con su actitud en el morenismo quintanarroense, donde está operando todo el tiempo.

Y es cierto. Marín es un actor fundamental de lo qué pasa en el morenismo local. Aunque rehúye a las luces y la sobre exposición, es innegablemente un hombre que disfruta del ejercicio del poder. Tuvo que ver, de una u otra forma, en todas las candidaturas de Morena en el pasado proceso electoral, y en ese mismo proceso dejó quizá la definición política pública más fuerte que ha dado hasta hoy, cuando acompañó a Mara en su registro como candidata a la reelección.

Ese día, Rafa Marín hizo una apuesta política y electoral, que, por lo que se sabe, aún se mantiene vigente. Esa apuesta es al proyecto Mara 2022, pero con él mismo como elemento central de poder. Hasta ahora, nada hace pensar que esa apuesta haya cambiado.

Sin embargo, como sabemos, la política a veces se reserva grandes sorpresas, y no hay que dejar de lado al nombre de Rafael Marín pensando en 2022.

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Esta entrada fue modificada por última vez en lunes, 21 de junio, 2021

Hugo Martoccia

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Hugo Martoccia