El destape de los posibles sucesores de Andrés Manuel López Obrador en el 2024 sin duda tendrá efecto inmediato en las elecciones del 2022, específicamente en los apadrinados por aquellos que quedan fuera, en este caso los cobijados bajo el manto del senador Ricardo Monreal, quien no fue mencionado por el jefe del Ejecutivo federal como uno de los posibles sucesores.
Y es que en la mañanera del lunes, el presidente de la República dijo por enésima vez que no buscará la reelección y mencionó, entre sus posibles sucesores, a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y al canciller Marcelo Ebrad, pero en ningún momento al senador Monreal.
Para los que saben el mensaje fue claro, al menos por Morena el senador no participará en la sucesión presidencial, y por ende tampoco podrá influir en las candidaturas para el proceso electoral 2022 donde, en Quintana Roo, se elige gobernador y renueva la Legislatura.
No es un secreto que el personaje político local más cercano al senador es la también senadora Marybel Villegas, quien por cierto ya aseguró que será la próxima gobernadora, aunque también es cierto que en ningún momento dijo que su participación será por medio del partido Morena.
En ese contexto estaríamos viendo la posible participación de Marybel Villegas por otro partido, mientras que por Morena se perfila como candidata Mara Lezama.
Por otro lado, y rumbo a la misma elección del 2022, en la dirigencia nacional y estatal de Morena analizan el desempeño de los diputados locales que desean la reelección, ya que el respaldo dependerá totalmente del trabajo realizado y que no se hayan alejado y olvidado de los principios de la Cuarta Transformación.
No es un secreto que los diputados que llegaron bajo las siglas de Morena a la XVI Legislatura se preocuparon más por el control de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), la cual presidieron en el primer año, que por seguir los lineamientos de su partido y responder a las necesidades de los ciudadanos.
El año que les correspondió estar al frente de la Jugocopo con Reyna Durán como presidenta se la pasaron enfrentados, divididos y provocaron una parálisis legislativa. Es más, al concluir el periodo que les tocó presidir, Durán Ovando renunció a su militancia acompañada del repudio de sus compañeros de partido.
Con ese panorama y resultados, se ve muy difícil que los actuales diputados morenos puedan ser respaldados por las dirigencias para buscar la reelección, y se vislumbran caras nuevas para la XVII Legislatura. Hasta la próxima.
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