El nivel de cumplimiento y eficiencia de Aguakan en los municipios en donde da el servicio de agua potable, es de apenas el 51%, lo cual significa que genera una afectación masiva a usuarios en Quintana Roo.
Lo anterior se desprende de la información de la evaluación de eficiencia global de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), donde se establece que la concesionaria ha estado en los últimos ocho años fuera del rango del cumplimiento del contrato de concesión
De hecho, la información detalla que Aguakan debería tener desde el 2018 un cumplimiento por lo menos del 75% en el servicio de agua potable en los municipios de Benito Juárez, Isla Mujeres y Puerto Morelos.
Sin embargo, actualmente se está 25% debajo de ese cumplimiento, a pesar de que la empresa ha establecido cobros excesivos a miles de usuarios en dichos municipios, quedándose con las ganancias y sin cumplir a cabalidad y de manera legal el servicio.
Más aún, el contrato de concesión a 50 años otorgado en el gobierno de Roberto Borge, sostiene que para el 2020, Aguakan debía tener una cobertura de 95% en agua potable, y actualmente sólo llega al 78.81%; en alcantarillado, la meta es también 95%, pero sólo se llega al 72 %, y agua tratada, la meta es 100%, pero la empresa sólo ha llegado a 91.7%.
La situación es un poco mejor en Solidaridad, que es la última concesión que la empresa logró durante el borgismo. En esos mismos tres aspectos la meta es 100%, y la cobertura real es de 92.14%, 91.7% y 91.7% en cada uno de ellos.
Sin embargo, esos niveles, que son más altos que en la concesión más antigua, no tiene que ver con un mejor trabajo de la empresa, sino que es sólo una muestra que la concesión que dio Roberto Borge, con aprobación de Congreso, era innecesaria.
Una de las quejas principales que se dio en el momento de la concesión en Solidaridad, era que se trataba de una concesión que no tenía sentido, porque la CAPA allí no era deficitaria.
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