El pasado domingo sucedió una sorpresa mayúscula en los estados de Coahuila e Hidalgo, en donde hubo elecciones locales y Morena no obtuvo buenos resultados.
En Coahuila, por ejemplo, Morena no obtuvo ni uno solo de los 16 distritos en juego, y todos los ganó el PRI. El partido del presidente Andrés Manuel López Obrador quedó como segunda fuerza en la entidad, pero con sólo un 20% de los votos, a casi 30 puntos del PRI.
En 2018 Morena había logrado casi 40% de los votos. O sea perdió la mitad de los votos sin López Obrador en la boleta. El PRI, por su parte, duplicó sus votos.
En Hidalgo, el PRI ganó 32 de los 58 municipios en juego. Morena, por su parte, consiguió la victoria en solo seis Ayuntamientos. En 2018, AMLO había conseguido el 52% de la votación.
Ahora, ¿cómo se vinculan estas dos elecciones con Quintana Roo? En dos aspectos,
El primero tiene que ver con Morena.
En esos dos estados sucedió lo mismo que ha sucedido en Quintana Roo y en otros lugares de la República: Morena no tiene dirigencia firme, está con muchos problemas internos, y los propios morenistas se han convertido en los principales enemigos de sus compañeros de partido.
El segundo aspecto que puede ser similar, es que los gobernadores de esos dos estados fueron fundamentales para mover la maquinaria electoral de sus partidos. Si el gobernador Carlos Joaquín asume ese papel en la elección de 2021, y acomoda candidaturas, estructura, y logra una gran coalición de derecho o de facto con los demás partidos, podría tener un papel similar.
Hay que recordar que aún en 2018, con todo el efecto López Obrador, Morena perdió 8 de los 11 municipios del estado.
En lo personal, como lo he dicho en otras ocasiones acá, creo que la posibilidad de que eso suceda es mucha, y el joaquinismo y sus aliados podrían ganar hasta 10 municipios en 2021, más allá de que Morena pudiera lograr, en total, más votos que los demás.
El único lugar donde el lopezobradorismo conserva mucha fuerza, hasta ahora, es Benito Juárez. En todos los demás municipios más pequeños, donde las estructuras electorales locales tienes más peso, puede perder.
Lo que deja en claro estas elecciones en Coahuila e Hidalgo, en donde Morena quedó muy por debajo de las expectativas, es que cuando ese partido no se organiza, no tiene conducción y se desangra en una guerra interna por la ambición y el poder; los votos del lopezobradorismo lo pueden abandonar.
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Esta entrada fue modificada por última vez en lunes, 9 de agosto, 2021
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