A dos días de que se cerró la Zona Arqueológica de Cobá, al no llegar a un acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), prestadores de servicios mantienen abierto el sitio y sin cobrar un peso por el acceso.
Ejidatarios dieron a conocer que están dispuestos al diálogo con las autoridades correspondientes, pero que hasta el momento no han logrado acuerdos con el INAH ni con los representantes del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
De de ser una apertura forzada, luego que el INAH pretendió cerrarla por un caso de Covid-19, ahora el conflicto ha escalado a un pleito de tierras.
Asimismo, afirmaron que no se retirarán hasta que las autoridades desistan de querer quitarles 278 hectáreas del núcleo ejidal, pues acusan que el Instituto Nacional de Antropología e Historia quiere apropiarse de ellas.
El pasado 10 de agosto, el INAH difundió un boletín donde explicó las razones por el cierre de la zona arqueológica
“Por razones de seguridad y atendiendo a las disposiciones sanitarias para la prevención de contagios de la enfermedad de la Covid-19”, explicó en un boletín.
No obstante, los ejidatarios acusan que se trata de un conflicto de expropiación de tierras, pues les quieren quitar del núcleo agrario 278 hectáreas en donde está incluida la zona arqueológica y otros sitios turísticos.
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