El vídeo viral en el que un tierno oso lucha para llegar con su madre contra todo pronóstico, ya ha sido visto por más de 350 mil personas en la cuenta de Viralhog a través de YouTube. Los usuarios toman esta secuencia como un video inspiracional de superación. Sin embargo, oculta un lado oscuro sobre lo que realmente pasa con los animales protagonistas.
A partir de que este video comienza a ser compartido y visto por miles de usuarios en redes sociales, haciéndolo viral, inician las quejas e inconformidades del público en general.
Biólogos y expertos en vida salvaje expresan su molestia al afirmar que, por desgracia, esta situación se da cada vez con mayor frecuencia.
El investigador Mark Ditmer de la Universidad Estatal de Boise, explica:
“El video viral realmente muestra a una madre oso asustada junto a su cachorro, cuya caminata precipitada a lo largo de la cresta puede haber sido provocada por el pánico. Los osos estaban extremadamente perturbados por lo que definitivamente me parece, basándome en la forma en que se mueve, un dron que captura el video”.
De igual forma, esto lo explicaba a la perfección, en Twitter la cuenta de Dr. Bióblogo:
Tal como se explica en la cuenta, lo más lamentable de la situación, es que el viral y polémico video, obtendrá ganancias.
Al mismo tiempo, generará desinformación, vendiendo la idea de que es un vídeo inspirador que nos brinda la naturaleza.
Lo triste es que se trata realmente de una negligente práctica con drones que pone en peligro, la vida de estos animales, expuestos.
El sitio de noticias, The Verge, afirma que hace algunos años fue el mismo Mark Ditmer quien realizó un estudio con la finalidad de investigar de cerca, las reacciones de los osos ante los drones.
A los animales, se les equipó con monitores para el corazón, que dejaban al equipo analizar cómo variaba el ritmo cardíaco del oso, al cruzaban una carretera, o al escuchar cómo zumbaba un por encima de ellos.
Algunos osos, echaban a correr en cuanto un dron pasaba volando, lo cual representa un serio peligro si eso sucede en las cernías de las carreteras, o de patios de viviendas cercanas.
Algunos, a pesar de no demostrar ningún signo visible de angustia, su ritmo cardíaco se disparó, lo que claramente representa un severo estrés en los osos.
El investigador tiene la hipótesis de que los drones con el ruido que hacen de la nada, espanta a los osos.
Ese mismo pánico es lo que explicaría porqué la madre y su pequeño osezno, deciden tomar una ruta que resultaría tan peligrosa.
“Realmente dudo que hubieran tomado esa ruta, o hubieran tomado esa ruta de forma mucho más cuidadosa y lenta, si no hubiera un dron cerca de ellos. Esto no significa que los drones sean un problema, significa que se debería aplicar con un uso responsable”, zanja el investigador.
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