Un grupo de monjas decidió rentar su convento en la plataforma de alojamiento turístico «Airbnb», en un esfuerzo por hacer frente a los desafíos económicos del siglo XXI, para obtener ingresos.
Esta radical medida se debe a que varios conventos en España se ven confrontados con la escasez de monjas y la precariedad económica que amenaza la continuidad de estos centros históricos.
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En Sevilla, las hermanas clarisas de Santa María de Jesús se han visto obligadas a buscar soluciones innovadoras para mantener su legado y cubrir los costos de mantenimiento de su convento, que data de siglos atrás.
Inicialmente, las religiosas incursionaron en la elaboración de postres y servicios de encuadernación y lavandería para generar ingresos adicionales. Sin embargo, estas actividades no lograron cubrir las necesidades financieras de las 18 hermanas que residen en el convento.
Ante esta situación, decidieron aventurarse en un negocio emergente: convertir su convento en un alojamiento Airbnb para turistas que buscan una experiencia auténtica al hospedarse en un entorno monástico.
El convento, que forma parte del patrimonio sevillano desde el siglo XVI, ha sido renovado para ofrecer cuatro apartamentos turísticos completamente equipados y cómodos.
Situado estratégicamente en el corazón de Sevilla, frente a la Casa de Pilatos y a pocos minutos de la emblemática Giralda, el alojamiento se presenta como el lugar perfecto para descansar después de explorar la ciudad.
Los apartamentos, que se alquilan por un mínimo de dos noches, varían en precio según el tamaño y las comodidades ofrecidas, oscilando entre 80 y 180 euros por noche, además de gastos de limpieza adicionales. Las reseñas de los huéspedes han sido mayormente positivas, destacando la calidad y la ubicación privilegiada del alojamiento.
Aunque el convento ha sido adaptado para el turismo, las monjas de clausura no participan directamente en su gestión. Según informes recientes, las hermanas llegaron a un acuerdo con dos socios para administrar las viviendas turísticas, asegurando que la actividad turística no interfiere con su vida monástica.
Esta iniciativa refleja el compromiso de las hermanas con la preservación de su comunidad y su legado histórico, encontrando nuevas formas de financiamiento sin comprometer su vocación religiosa ni la clausura que las caracteriza.
Monjas rentan su convento en «Airbnb» para obtener ingresos
Con Información de Agencias