A casi un año de la implementación del uso de cubrebocas, las calles y alcantarillas de Cancún continúan llenas de estos accesorios de salud tirados, como si fuera cualquier desecho.
Como lo hemos venido haciendo a lo largo de estos meses de pandemia, en un recorrido realizado por diversas calles de Cancún, pudimos constatar que la gente no tiene la cultura del manejo de un desecho sanitario como lo son guantes de látex y cubrebocas.
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En parques, camellones, calles y hasta en bancas públicas los ciudadanos dejan sus cubrebocas, siendo esto un riesgo importante tomando en cuenta que los casos de COVID-19 no bajan en el municipio de Benito Juárez, además de la problemática que generan al terminar en las alcantarillas con las lluvias.
Y es que, a dos meses de cumplir el año de la implementación del cubrebocas, las personas aun no se hacen a la idea de que es un método de protección para una enfermedad que en muchos casos es mortal y que su uso y desecho requiere de cuidados específicos.
El problema de tirar cubrebocas, guates y botellas de antibacterial en las calles es un riesgo para las personas que pasan por estos sitios, pero también se corre el riesgo de inundaciones en las calles.