La terrible noticia del hallazgo de los restos de un hombre y una mujer en un camino de terracería en la Supermanzana 111, ayer por la tarde, impactó a padres mexiquenses que llegaron a Cancún el miércoles 7 de agosto, en busca de su hijo desaparecido desde el pasado 29 de julio.
Atanasio José Aguilar Gómez y Gabriela Juanillo Mendoza, padres de Brayan Aguilar Juanillo, llegaron el pasado 7 de agosto a Benito Juárez, para saber del paradero de su vástago, quien por motivos de trabajo y por mejores ingresos económicos aceptó laborar en una construcción de la Riviera Maya, con nombre Proyecto Hotel Senator Riviera Cancún-Consorcio CIHPS.D.R.L de C.V, con el permiso SEMARNAT 04-56-A-130806.
La señora espera que a pesar de que su hijo lleva varios días desaparecido, se encuentre sano y salvo, y que sólo se trate de un malentendido, por lo que le hace un llamado para ponerse en contacto con ellos, al menos para indicar que está bien; como padres, no juzgarán o preguntarán sobre lo sucedido, y lo único que desean es saber que está con bien.
“Ya acudimos a varias dependencias y hospitales para salir de la duda, pero en ninguna nos dieron razones; fuimos a la Fiscalía General de la República (FGR) para levantar la denuncia de persona desaparecida, y también a la Fiscalía General del Estado (FGE). En la primera sólo pudimos levantar un acta de persona extraviada, ahí nos explicaron que es un trámite personal, y en la otra, sí hay una carpeta de investigación para ambos –Sara y Brayan-, así que estamos a la espera de información”, relató Atanasio Aguilar.
Se unen para buscar a sus familiares
Tras la noticia de la desaparición de Sara García Chávez, de 29 años, quien el domingo 28 de julio, a las 10 de la noche abordó en la Ciudad de México un autobús con destino a Cancún, con el objetivo de trabajar. Con ella viajó también Brayan Aguilar Juanillo.
Ambos ingresarían a laborar al mismo lugar; Sara es auxiliar de paramédicos, y su trabajo consistiría en brindar primero auxilios a los trabadores que lo necesitaran, pero el lunes por la mañana, al presentarse, le indicaron que su puesto ya estaba ocupado; con la esperanza de poder acomodarse en otro grupo, esperó por varias horas, siendo alrededor de las 4 de la tarde del lunes 29 de julio cuando se dejó de tener contacto con ella.
Sin embargo, Brayan, sí ingresó a la obra y trabajó normal; a su salida -a las 6 de la tarde aproximadamente-, sus compañeros ya no lo vieron. Las pertenencias de ambos se quedaron en una vivienda de la Supermanzana 66, lugar donde un contratista ya conocido les brindó alojamiento.
“Ya fuimos al lugar donde esa noche del 29 de julio llegaron a dormir, y sus cosas estaban intactas. Colocamos por los alrededores fotos de ellos, preguntamos, pero muy poca gente nos dijo algo de relevancia. A raíz de todo esto nos pusimos en comunicación con la mamá de Sara, y con su expareja y papá de sus hijos, para saber cuándo fue la última vez que se comunicaron con ella, también venimos ayudando a la otra familia para saber del paraderos de nuestros hijos”, finalizó Gabriela Juanillo.
