La falta de información sobre la operación de las rentas vacacionales en Cancún, ha dado como resultado la inconformidad de decenas de familias que invierten sus recursos en un patrimonio que resulta está a disposición del turismo.
Fraccionamientos de la zona sur son vistos como negocios por personas, ante la gran rentabilidad que tienen estos espacios de nueva creación y que son subidos a plataformas como Airbnb para ponerlos en renta.
En tanto condominios, han pedido ya la intervención de las autoridades ante el mutismo de las administraciones de los fraccionamientos que toleran este tipo de negocio.
Y es que mucho de los espacios de esparcimiento que son de uso común, como albercas y áreas jardinadas, son ocupados por visitantes cuando mensualmente se cobra una cuota de mantenimiento.
Las rentas vacacionales continúan en franca competencia con la hotelería tradicional, al reportar ocupaciones promedio de entre 40 por ciento y 50 por ciento, muy por encima de los números que mantienen los hoteles de Cancún, que no pasan de 30 por ciento y 40 por ciento, respectivamente.
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