La dirigencia de la Iglesia católica en México confirmó un relevo episcopal en el sureste del país luego de que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) comunicó que el papa León XIV aceptó la renuncia de Pedro Pablo Elizondo Cárdenas y decidió designar como nuevo titular de la Diócesis de Cancún-Chetumal a Salvador González Morales.
El nuevo prelado, hasta este nombramiento se desempeñaba como obispo auxiliar en la Arquidiócesis de México. La CEM detalló que la resolución pontificia fue difundida el 6 de diciembre a través del Boletín de la Santa Sede.
En ese aviso oficial se consigna la frase: “Su Santidad ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis y ha nombrado nuevo obispo a Mons. Salvador González Morales”, texto con el que se formaliza el inicio de una nueva administración pastoral en la región.
En su posicionamiento público, la Conferencia expresó agradecimiento por el periodo de servicio de Elizondo Cárdenas luego de 21 años de servicio y manifestó apoyo institucional hacia González Morales de cara al inicio de sus responsabilidades.
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El organismo religioso llamó a las comunidades católicas de toda la zona a sostener en oración el proceso de transición, con énfasis en el trabajo que el nuevo obispo tendrá por delante.
La trayectoria de González Morales incluye formación académica en filosofía y teología, además de estudios eclesiásticos desarrollados tanto en México como en el extranjero, especificamente Roma.
Su experiencia acumulada abarca labores como prefecto, profesor y vicario general, además de diversas participaciones dentro de la misma CEM, lo cual lo posiciona como un perfil con amplio recorrido administrativo y pastoral.
El traslado en la conducción de la diócesis ocurre en un territorio conocido por su crecimiento turístico y urbano, pero también por desafíos sociales que requieren una estructura eclesial activa y en constante adaptación.
Por lo cual el nombramiento de monseñor González Morales se interpreta como un intento por reforzar la presencia pastoral en una zona donde confluyen comunidades de muy distinto origen y condiciones.
La Diócesis de Cancún-Chetumal se prepara así para una etapa que, según la Iglesia mexicana, combinará continuidad y nuevos enfoques, ahora bajo la guía de un obispo cuya experiencia y formación prometen dar forma a la siguiente fase del trabajo pastoral en el Caribe mexicano.
Con Información de Agencias
