Más de 7.5 millones de pesos gastó la administración de Pedro Joaquín Delbouis en la supuesta repavimentación de la 30 avenida que dejó vicios ocultos, que la misma ciudadanía ha calificado como una obra mal hecha y ha recibido muchas críticas en las redes sociales.
Desde finales del 2020 se inició la obra pavimentación de la 30 Avenida o avenida Pedro Joaquín Coldwell, por parte de la administración municipal de Pedro Joaquín Delbouis que realizó un contrato con la empresa Villacosta S.A. de C.V. con número de contrato MCO-DOP-FISMDF-LP/04-013-2020 con un monto de inversión de 7 millones 507 mil 977 pesos con 55 centavos.
Dinero tirado a la basura repavimentación de la avenida Pedro Joaquín Coldwell; descontento ciudadano por el pésimo trabajo.
Dicha obra desde un inicio presentó deficiencias al deslavarse con las lluvias el material que se colocaba con la nueva carpeta asfáltica de menos de tres centímetros de grosor y en muchos lados se rompía y quedaba en peores condiciones a como se encontraba la avenida.
Ante estas anomalías, la ciudadanía se hizo sentir a través de las redes sociales, señalando las deficiencias y vicios ocultos que tenía está obra mal hecha por parte de dicha empresa.
Sin embargo, el mismo edil Pedro Joaquín Delbouis indicó en una entrevista en el pasado mes de diciembre, que sería la propia empresa la que se encargaría de hacer las reparaciones.
A semanas que finalizaron los trabajos, en febrero la avenida Pedro Joaquín Coldwell pareciera en diferentes tramos que no se hizo ninguna repavimentación, ya que se encuentra en pésima condiciones, poniendo en peligro a ciclistas y motociclistas, pues la falta de uniformidad en la superficie es notoria y causa la pérdida de control de estos vehículos; asimismo, en muchos lados se inunda con pequeñas lluvias.
En redes sociales comentarios como “dinero tirado a la basura” y “dónde están los siete millones invertidos” o “esta es la nanotecnología que presumió alcalde”, son los menos agresivos hacia una pésima obra pública que llevo acabó el presidente municipal.
Incluso, podía pensarse que fueron facturas y contratos “inflados” que no justifican tal gasto ante la obra mal hecha.
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