Durante mucho tiempo se ha escuchado sobre la historia de un adolescente que a sus 17 años estaba ganando una Copa del Mundo. Bien, Pelé era un jugador extraordinario que a su corta edad, ya estaba enamorando a todo el mundo en la Copa del Mundo de Suecia 1958.
Un 23 de octubre de 1940, en Três Corações, nacía un chico que cambiaría la historia del futbol por completo. Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé era catalogado por grandes futbolistas, periodistas y grandes directivos del futbol internacional, como el mejor jugador que sus ojos han podido observar, gracias a la rapidez que no parecía de esa época.
Sus primeros pasos se dieron gracias a que su papá, mejor conocido como «Dondinho», era jugador del Fluminense y Atlético Mineiro de aquel país. A los 15 años llegaba al Santos de Brasil, club que le daría la oportunidad de mostrar sus habilidades a su corta edad.
La confianza que le tuvo el club brasileño lo catapultó a la Selección brasileña, con la cual jugaría a sus 17 años un Mundial de futbol. No solo jugaría ese mundial, también sería importante para el titulo de los brasileños.
Posteriormente O rei, como fue apodado por la prensa francesa después de Suecia 1958, jugaría y ganaría más mundiales a lo largo de su carrera. Fue en Chile 1962, donde Pelé ganó su segundo mundial para su «currículum» y que consagraría aún más, su carrera como futbolista.
Pelé tiene un récord de 1284 goles en 1363 partidos.
En nuestro país, también pudimos apreciar del futbol que desbordaba el astro brasileño, que ganó su tercera Copa del Mundo en el mítico Estadio Azteca, al derrotar 4 por 1 a la selección italiana.
Pelé dejó un legado como jugador y después de ser deportista; en Brasil existe la Ley Pelé, que consta en pocas palabras darle la oportunidad de decidir a los jugadores y clubes brasileños qué es lo que quieren hacer.