Después del fallecimiento del actor y director de escena, José Ángel García, su viuda Bella de la Vega no buscará mantener una relación con sus hijos, el actor Gael García Bernal y Emilio García, porque considera que el amor que tuvo fue de dos. La también actriz explica que incluso en sus años de relación la convivencia con Gael y Emiliano era nula.
«Sus hijos son adultos, con Gael estamos hablando de que es un hombre de más de 42 años, el otro más de 23, pues ya cada quien hacía su vida como adultos. Cada quien era independiente», comentó.
«Ya no (los buscaré) porque el amor que yo tuve con su papá fue un amor de dos y no es que yo separara a su papá de su familia porque José Ángel era un adulto de 66 años cuando lo conocí, yo no lo podía separar de su familia porque realmente él estaba buscando rehacer su vida y decidió rehacerla junto a mí», relató.
José Ángel falleció el pasado viernes por complicaciones de una fibrosis pulmonar que le diagnosticaron hace cuatro años, mismo tiempo que Bella llevaba de relación con él.
Además de casarse recordó en entrevista que estuvieron a punto de tener un hijo pero sufrió un aborto.
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«(Fueron) cuatro años que fueron intensos yo creo que también porque él sabía su edad y que tampoco tenía todo el tiempo para perderlo», relató.
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Este fin de semana la actriz fue criticada por publicar en sus redes sociales una fotografía en la que posaba junto al féretro del difunto, lo que le valió ser criticada incluso por la familia pues a su salida del velatorio su hijo menor, Emilio señaló a la prensa que a su padre no le hubieran gustado esas fotos.
«Yo no me siento culpable de haberlo hecho, no es una foto impúdica, inmoral, simplemente y sencillamente es un hombre acostado, durmiendo el sueño eterno junto a su esposa, que además yo fui la única que estaba ahí velándolo porque José Emilio fue un rato, el muchacho este que me agrede, pero después se fue».
La viuda también recalcó que ella fue la única persona que acompañó al director en todo momento y compartió que desde su muerte llora casi todo el día, pues es algo muy doloroso.
«Yo fui la única que estuve con él del día uno a la última exhalación y hasta su última foto porque él así lo pidió, así lo quisimos compartir los dos. Eso fue una cuestión muy de complicidad entre él y yo».
