Falleció Lou Ottens, ingeniero holandés que inventó el cassette y participó en la creación del CD

Falleció Lou Ottens, ingeniero holandés que inventó el cassette y participó en la creación del CD

Se dio a conocer la noticia sobre el fallecimiento del ingeniero holandés Lou Ottens, quien fue el inventor de la cinta de cassette.

Ottens no fue uno de los inventores más reconocidos en todo el mundo, pero sin duda su idea de la cinta de cassette fue toda una revolución y marcó una generación entera al cambiar la manera de escuchar música.

Lou Ottens era jefe de ingenieros en la compañía Hasselt, filial de Philips, durante la época de los 60, cuando le surgió la idea y comenzó con la creación de un artefacto que sustituyera a las grandes cintas de carrete a carrete que tenían un costo muy alto.

En 1963 Ottens anunció su invento y de inmediato ganó gran popularidad, tanto fue su éxito que Japón intentó replicarlo y hacer otros de tamaños diferentes. Ante esto el ingeniero decidió convencer a Philips de solicitar la patente y compartirlo con Sony.

El cassete tiene dos pequeñas bobinas en las que se enrolla la cinta con la música grabada. Éstas se encuentran en el interior de una carcasa protectora de plástico de 10 centímetros de largo por 6.3 de alto y 1.3 de ancho.

El cassette puede tener dos pares de pistas de audio estéreo o dos pistas monofónicas. Una se reproduce cuando la cinta se mueve en una dirección y la otra cuando se mueve en la contraria. Por eso, para escuchar la segunda pista es necesario sacar el dispositivo y reproducirlo del lado opuesto.

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Él quería desarrollar algo que entrara en el bolsillo de su saco, y lo logró. En 1963, cuando presentó el prototipo en una feria, el eslogan era “más chico que un paquete de cigarrillos”.

Además de las cintas de cassette, Ottens también ayudó a desarrollar el disco compacto (CD) que, al igual que el cassette, impactó en la manera que se escucha música.

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Actualmente son cada vez menos usados, pero aún populares y se han vendido en el mundo alrededor de 200 mil millones de copias comercializadas.

En 1986 el ingeniero se retiró y en una entrevista fue cuestionado sobre si sentía orgullo por su gran invento a lo que él contestó: “No tengo el día del orgullo”.