El peritaje independiente sobre la muerte del actor Octavio Ocaña reveló que no se suicidó ni manipuló un arma de fuego, por lo que las investigaciones indicaron que fue ejecutado.
Conclusiones del criminalista Mauricio Reséndiz, quien fue contratado por la familia, indican que “no existen indicios de huellas en el arma calibre .380 sin número de identificación”.
Asimismo, se indicó que no hay “producción e intercambio indicios de carácter químico” que establezcan que Ocaña haya accionado un arma, al igual que se concluyó que “no realizó ninguna acción tendiente al suicidio”.
El peritaje indicó que Ocaña fue lesionado por un proyectil disparado del exterior del vehículo cuando se encontraba fuera del auto y sobre un costado del asfalto.
El informe reveló que tras el impacto de la camioneta, Ocaña fue obligado a bajar y obligado a ponerse boca abajo con la cabeza hacia el lado derecho y durante las maniobras de aseguramiento por parte de los policías una persona dispara a una distancia mayor a un metro.
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